Por Carlos Dopico.
En el marco de la celebración por los 300 años de la fundación de Montevideo, el pasado 24 de julio se proyectó Rada, la película en el emblemático Teatro Solís. El evento, de entrada gratuita por invitación, contó con la presencia del intendente interino, la directora de cultura y hasta la ex jefa comunal, Carolina Cosse (actual candidata a la vicepresidencia por el Frente Amplio) que se ubicó en la platea. Desde el proscenio, el director Luis Ara y su protagonista Rubén Rada prologaron la cinta, narrando algunos detalles de su realización. El largometraje surgió el pasado año, mientras la familia Rada preparaba los festejos por sus 80.
El documental, exhibido en el mayo en salas comerciales, y hasta proyectado en Buenos Aires durante su concierto aniversario en el vecino país, narra por medio de entrevistas y material de archivo (festejos familiares, antesala de aeropuertos o momentos lúdicos de su intimidad), la vida y parte de la obra de este enorme músico nacional. La construcción biográfica del artista se concentra en la interna familiar y las complejidades socioeconómicas que el músico debió sortear para edificar su carrera. El largo recorrido musical, desde sus inicios en el carnaval, el comienzo con los Hot Blowers, su participación fundamental en El Kinto, Totem, Opa, o su prolífica producción solista se despliegan parcialmente en bloques de forma funcional al relato pero no son los protagonistas de la historia.
El documental, exhibido en el mayo en salas comerciales, y hasta proyectado en Buenos Aires durante su concierto aniversario en el vecino país, narra por medio de entrevistas y material de archivo (festejos familiares, antesala de aeropuertos o momentos lúdicos de su intimidad), la vida y parte de la obra de este enorme músico nacional. La construcción biográfica del artista se concentra en la interna familiar y las complejidades socioeconómicas que el músico debió sortear para edificar su carrera. El largo recorrido musical, desde sus inicios en el carnaval, el comienzo con los Hot Blowers, su participación fundamental en El Kinto, Totem, Opa, o su prolífica producción solista se despliegan parcialmente en bloques de forma funcional al relato pero no son los protagonistas de la historia.
“Cualquier director hubiese agarrado la historia de Rada y la hubiese pasado por la música. Esto es diferente, es una película que muestra a Rada acarreando su familia y mostrando lo difícil que es para un artista uruguayo llegar a otros países”, señaló Rada esa misma noche.
Es por esto que los 70 minutos pueden resultar escasos si el espectador pretende tener la total dimensión de un artista de esta naturaleza. Pero es claro, Rada es casi inabarcable, ya que además de una prolífica obra de más de 30 álbumes en solitario, más una decena en proyectos de banda, su incursión ha ido del rock al jazz, del candombe a la murga, pasando por la plena, la bossa, el tango, el funk, la chacarera, el malambo e incluso la música para niños.
La mirada de Ara está puesta en tres líneas argumentales que corren en simultáneo: la vida intrafamiliar en Uruguay, Argentina o México, donde emigra buscando estabilidad económica; la perspectiva testimonial de colegas en el Río de la Plata que redunda en el talento desbordante de “el Negro”, y los preparativos por los festejos de sus 80 años, en los que celebró durante cuatro noches consecutivas en el auditorio del Sodre.
Para un músico que se crió en ausencia de la figura paterna, el testimonio de sus hijas (Lucila y Julieta) e hijo (Matías) adquiere valor por sí mismo. La admiración de cada uno de ellos, e incluso de su esposa desde hace más de 40 años Patricia Jodara, es complementaria e ilustra su dedicación familiar.
La selección de artistas internacionales incluye figuras como Fito Páez, León Gieco o Sandra Mihanovich, con un vínculo de amistad con Rubén pero que además fueron colegas y testigos directos de su proyecto en los 80 en Buenos Aires, y otras como David Lebón, Ciro Martínez o Los Auténticos Decadentes que expresan su admiración como figuras populares. Desde Uruguay quienes testimonian son Seba Teysera y Emiliano Brancciari como nueva generación de músicos locales, mientras que leyendas como Hugo Fattoruso —socio en Hot Blowers, Opa y productor artístico de alguno de sus trabajos solista—; Lobito Lagarde —bajista de Totem—, Ricardo Lew —guitarrista y arreglador de su banda en Bs.As.— y Ricardo Nolé —pianista y arreglador por más de una década de su recorrido en solitario— son quienes aportan mayor sustancia.
Rada, la película – bunner
Lejos de ser un registro sobre una leyenda del pasado, Rada, la película muestra un músico aún vigente y en plena actividad. A los 81 años, Rada aún asiste a diario al estudio “Las Manzanas” para componer, arreglar y grabar junto a Gustavo Montemurro, en un refugio musical que fue uno de sus más grandes anhelos profesionales.
En definitiva, esta es una mirada documental sobre Rubén Rada que muestra la vida privada de un hombre público, pero de seguro podrían haber muchas otras para tratar de abordar el histriónico talento de un músico autodidacta capaz de dictar la totalidad de los arreglos a una orquesta musical.