Por Florencia Sader.
La presencia de obras de arte en espacios públicos y semipúblicos de Punta del Este constituye un patrimonio verdaderamente singular que caracteriza al balneario. Existen varios edificios, construidos principalmente en las décadas de los años sesenta y setenta, que han integrado exitosamente las artes plásticas a su arquitectura mediante la incorporación de obras de arte en sus espacios comunes. Estas han sido creadas por reconocidos artistas, algunos de ellos alumnos del Taller Torres García.
Estas obras no son conocidas por el público en general, y a veces hasta los mismos condóminos desconocen el valor de la obra que tienen en el vestíbulo o la entrada de su edificio. No debe sorprendernos que uno de los arquitectos que incorporó obras de artistas plásticos contemporáneos en los edificios que diseñaba fue Rodolfo López Rey, respetado profesional con una exitosa carrera, miembro del grupo Safema, responsable de la construcción de más treinta edificios en Punta del Este en la década de 1970.
López Rey es un avezado coleccionista, apasionado del arte, cuya visión trascendió ampliamente el ámbito de la arquitectura y se nutrió de una variedad de intereses ligados a las artes visuales. Algunos de los artistas que integran la colección que el arquitecto fue construyendo durante toda una vida son Joaquín Torres García, José Gurvich, Pedro Figari, Rafael Barradas, Manuel Pailós, Vicente Martin, Enrique Broglia y Manolo Lima, entre otros. En un gesto de loable generosidad, López Rey donó gran parte de su colección al Museo Gurvich de Montevideo, que en su tercer piso tiene una sala que lleva el nombre del arquitecto.
Un excelente ejemplo de la afinidad de este arquitecto con el lenguaje plástico de un artista es el edificio El Monarca, de 1978, sito en la avenida Gorlero y la calle 21, diseñado por los arquitectos Guillermo Gómez Platero y Rodolfo López Rey. Allí se incorpora en el lobby y la entrada una obra de Enrique Broglia, que se asemeja a una ola que envuelve la entrada del inmueble y la recepción, dándole a este edificio una impronta muy particular.
Hay obra de distintos artistas en varios edificios residenciales, como La Caleta, Residencial Míguez, Capsasal, Il Campidoglio, Dársena, Santos Dumont, entre otros, y edificios públicos como la vieja estación de Ancap en Gorlero, la Liga de Fomento de Punta del Este y el lamentablemente desaparecido Hotel San Rafael, por ejemplo. La demolición de este último se llevó con él una serie de murales del artista Norberto Berdia, que perduran solamente en las fotos y la memoria de los huéspedes y empleados del hotel.
Algunos de los artistas de los cuales todavía podemos encontrar obras en edificios de Punta del Este son Dumas Oroño, Daymán Antúnez, Enrique Broglia, Jorge Casterán, Águeda Dicancro, Gyula Kosice, Edgardo Ribeiro, Jorge Páez Vilaró y O. Portal.
Walter Pintos Risso fue otro arquitecto especialmente adepto a incorporar arte en sus obras, tanto en Montevideo como Punta del Este. En este último caso, dos ejemplos son el edificio Santos Dumont, de 1959 (Gorlero y calle 30), en el cual podemos encontrar en su hall de entrada un colorido mural de Dumas Oroño y O. Portal, realizado en cerámica vidriada que se mantiene en muy buen estado, y el edificio Il Campidoglio (calles 20 y 28) que tiene dos murales de Dumas Oroño, uno de cerámica vidriada y otro de terracota.
El siempre generoso Carlos Páez Vilaró dejó plasmado su arte en algunos edificios públicos como la Escuela Nº 5 de Punta del Este, el local comercial donde funciona La Pasiva en la avenida Gorlero casi calle 28 y el ex Club de Pesca (hoy restaurant Muelle 3), entre otros.
La incorporación de obras de arte en edificios es una práctica que, si bien tuvo su auge entre los años sesenta y ochenta, también tiene ejemplos más contemporáneos. Se puede encontrar, por ejemplo, obras del escultor Pablo Atchugarry, esculturas y pinturas de Daniel Escardó, Gonzalo Ramírez y Pachi Firpo, entre otros.
La Comisión de Cultura del Municipio de Punta del Este, con la ayuda del fotógrafo Enrique Abal, empezó durante 2017 un relevamiento de los murales y obras de arte en edificios de Punta del Este. Sería muy importante que la práctica de incorporar arte en los desarrollos públicos y privados fuera incentivada desde los gobiernos, ya que estas obras constituyen un atractivo más para el balneario y una fuente de trabajo para los artistas nacionales.