Apocalipsis now
Barcelona; 2017. La clase política se encuentra en crisis. Las grandes corporaciones extranjeras, sobre todo las de diseño gráfico, han copado la ciudad, y los estudiantes (la mayoría) viven en una nube de drogas. Para colmo, las fuerzas de seguridad controlan que nada se salga de sus carriles. Es decir, que siga el descontrol generalizado. Se sabe que donde impera el caos siempre es más fácil manejar al rebaño estupidizado. En medio de esta Sodoma posmo, dos estudiantes de filosofía, Kosmas y Gueraum, dan vida a un golem sombrío y, por momentos violento, que rápidamente escapa del viejo caserón que habitan -junto a una enorme rata a la que bautizaron Chandler- en el barrio de Vallcarca y del control de sus creadores.
Con estos ingredientes, Sebastià Jovani (Barcelona, 1977) conforma en Emet o la rebelión (Editorial Duomo) un extraño combo donde no faltan la heroína -Imma Graziel, investigadora especializada en asuntos paranormales- y el detective lacónico y algo cínico, Victor Neige, devenido en alquimista. En medio de esa crisis, el panorama es el de una Barcelona luminosa pero carente de contenido donde el posmodernismo ha dejado paso a grandes corporaciones que todo lo controlan, inclusive la moda. Puesta así las cosas, la trama tiene algo de Un mundo feliz de Huxley y 1984 de Orwell, cierto aire lovecraftiano (en la creación y descripción de la criatura) e, incluso, del Estado parapolicial y represor que planteaba Louis Althusser.
En un segundo plano, inclusive geográfico, se encuentra otra ciudad oculta, que esconde secretos alquímicos y paranormales, que comienza a rebelarse contra la estupidez y la luminosidad de la superficie. Y ese alzamiento de la propia ciudad oculta, entremezclada con parte de sus habitantes, conllevará a una serie de extraños crímenes que deberá resolver Neige.
Con estilo experimental y apoyado en el cambio de registros entre la historia principal y las secundarias, Sebatià Jovani ha creado una novela noir, futurista y apocalíptica que, más allá de seres oscuros y creencias esotéricas, tiene como centro de sus dardos los dictados de la moda -que en la novela aparecen como una nueva forma de dictadura-, las grandes corporaciones y el derrumbe de la clase política.