
El 9 de abril de 2025, el Teatro Solís se convirtió en el escenario de una experiencia musical única: la Orquesta Filarmónica de Montevideo presentó La Canción de la Tierra (Das Lied von der Erde) de Gustav Mahler, bajo la dirección de Martín García. Con una propuesta profunda y emocional, el concierto cautivó a los asistentes, invitándolos a un viaje que abarcó la belleza y la melancolía, el asombro ante la naturaleza y la reflexión sobre la vida y la muerte. El concierto se abrió con una charla introductoria, en la que Martín García desentrañó algunas de las claves detrás de esta composición tan compleja y emotiva. La obra, escrita por Mahler en un momento de profunda crisis personal, expresa la transitoriedad de la vida, la inevitable llegada de la muerte y la fugacidad de todo lo que amamos. No es solo una pieza sinfónica: es una reflexión filosófica, una obra que conecta con lo más profundo del ser humano, trascendiendo el tiempo y el espacio.



Los solistas, la mezzosoprano Guadalupe Barrientos y el tenor Kristian Benedikt, aportaron una carga emocional inigualable a esta obra monumental. Sus voces se entrelazaron con la orquesta, creando momentos de pura intensidad sonora que nos recordaron lo efímera que puede ser la existencia, pero también la extraordinaria belleza que se esconde en cada momento.


Cada uno de los movimientos de La Canción de la Tierra fue una muestra de la maestría de Mahler para combinar la música con la poesía. La pieza, cargada de nostalgia y belleza, nos invitó a detenernos y escuchar el pulso de la vida. Y si hay algo que destaca de este concierto, es precisamente cómo la música de Mahler logra hacernos sentir la vida misma, con todas sus alegrías y tristezas, de manera tan palpable.
El cierre, con el movimiento Der Abschied (La despedida), fue de una delicadeza sobrecogedora. A través de sus largos pasajes, la obra nos llevó a una despedida suave pero contundente, una reflexión sobre el adiós que parecía abarcar a cada espectador en una conexión íntima, profunda, casi como si se tratara de una conversación silenciosa entre la música y el alma.





En resumen, el 9 de abril será recordado como una noche en la que la Orquesta Filarmónica de Montevideo, junto a la dirección de Martín García y los solistas Barrientos y Benedikt, ofreció una interpretación memorable de una de las obras más complejas y hermosas de Gustav Mahler. Un concierto que fue mucho más que una simple función musical: fue un recordatorio de lo que significa estar vivo, y de lo que implica despedirse. Una experiencia que, sin dudas, dejó una huella en todos los que estuvieron allí.

El próximo encuentro con la orquesta será el 22 de abril, cuando en la sala principal del Teatro Solís resuene «Filarmónica de película». Podrán tener mas información y adquirir entradas en el siguiente link: https://www.teatrosolis.org.uy/PROGRAMACION/Filarmonica-de-pelicula-uc2666
Texto e imágenes: Mario Cattivelli