Por Carlos Dopico.
Uno de los trabajos musicales más trascendentes realizados durante los meses de pandemia fue, sin dudas, Marimorena, la pieza de investigación, rescate y musicalización que la melense Patricia Robaina llevó a cabo sobre la obra de la poeta, periodista y activista uruguaya Virginia Brindis de Salas (nacida en 1908 en Montevideo y fallecida en Buenos Aires cincuenta años después).
Robaina es una reconocida compositora, investigadora y docente de Cerro Largo residente hace años en la capital, mientras que Brindis de Salas fue la primera poeta afrouruguaya en publicar una obra literaria en América Latina y cuyo trabajo se había silenciado durante años.
El trabajo musical editado por Ayuí (Serie de las violetas) se sustenta en los ‘Pregones de Marimorena’, la poesía que denuncia la historia de una canillita mujer que deambulaba por aquella Montevideo de 1940. La música es una cuidada interpretación de los ritmos que Virginia esbozaba en sus versos, con aires de tango y candombe que una vez la poeta declamó a viva voz para denunciar la injusticia y la discriminación.
Con la colaboración de la productora Marcela Massia y de los músicos Matías Romero (guitarras y arreglos), Ernesto Díaz (guitarras y percusión) y Álvaro Salas (percusión), Patricia trabajó durante meses la sonoridad de su trabajo discográfico, que reúne además el aporte de otros trece colaboradores (flauta, pandero, guitarra eléctrica, bandoneón, clarinete, violoncello, contrabajo, cuica y surdo)
El álbum, compuesto por doce canciones, alberga también cuatro composiciones de Robaina (‘Cuchilla de Cambota’, ‘Las mujeres que vencen’, ‘El galante’ y ‘El candombe de los nadies’) con aires de candombe, tango, milonga, milongón y fusiones fronterizas como ‘Quítate la venda’, en la que participa el músico brasileño Chico César.