
Los italianos tienen un gusto especial por las reuniones, por esos encuentros donde la conversación, el sabor y la calidez se combinan en perfecta armonía. Y en esa misma sintonía se celebró el Día Nacional del Made in Italy en Montevideo, una jornada pensada para poner en valor lo mejor de la cultura y la industria italiana. No es casual que, desde su instauración por ley en el año 2017, se celebre cada 15 de abril ya que ese día se conmemora el nacimiento de Leonardo da Vinci, símbolo de la unión entre arte, innovación y excelencia, rasgos esenciales en la tradición y el espíritu italiano.

La recepción tuvo lugar en la residencia del embajador de Italia, Fabrizio Petri, quien abrió las puertas para compartir esta celebración con estudios de arquitectura, diseñadores de interiores y desarrolladores uruguayos. Todos ellos tuvieron la oportunidad de presentar productos italianos disponibles en el país, en rubros como iluminación, mobiliario, decoración, licores y café. Entre los íconos presentes, no faltó la Vespa, ese clásico sobre ruedas que despierta nostalgia y estilo en partes iguales.
“El Made in Italy representa calidad, ingenio, creatividad y trabajo. Es la excelencia que Italia exporta al mundo, y una parte fundamental de nuestra identidad como país”, explicó Petri durante la velada. También destacó el orgullo de celebrarlo en Montevideo, recordando los profundos lazos y la solidez de la relación entre ambos tanto como el lugar que Uruguay ocupa como socio estratégico.












El diseño no fue el único protagonista de la noche. También estuvo presente el chef Carlo Sammarco, napolitano y creador del estilo de pizza canotto, con bordes altos, aireados y una textura ligera que recuerda a una nube crujiente, que trajo al evento todo el sabor de la tradición napolitana. Su presencia fue un guiño al alma gastronómica de Italia y sus pizzas, un festín de aromas que atraparon a todos los invitados.


La jornada también sirvió para recordar que el Made in Italy no es solo una etiqueta: es una forma de entender el hacer, el diseño y el gusto. Desde los abuelos que conservan recuerdos vivos de la Madre Patria, hasta las nuevas generaciones que crean el futuro, hay una herencia que sigue muy presente.
La ley que instituyó esta fecha busca justamente eso: proteger ese legado y generar conciencia sobre la importancia de valorar los productos italianos. También apunta a despertar entre los jóvenes el interés por los oficios y saberes artesanales, que siguen definiendo la identidad de la manufactura italiana en el mundo.









Cuando Italia se hace presente, ya sea en una lámpara, una silla, una Vespa o una porción de pizza, algo se enciende en la memoria y en los sentidos. Esa mezcla de arte, historia y calidez humana que se reconoce al instante. Y en una ciudad como Montevideo, donde los lazos con Italia siguen latiendo fuerte, estos encuentros no solo celebran una identidad compartida: también la mantienen viva, la actualizan y la proyectan hacia el futuro.
Imágenes y texto: Mario Cattivelli | @illev_uy