Por Carlos Dopico.

Luego de más de tres décadas sobre los escenarios, once discos de estudio y nueve registros en vivo junto a su banda NTVG, Emiliano Brancciari confirma hoy su voluntad de apostar en paralelo a su carrera solista, y estrena su segundo trabajo La sombra en luz. Si bien, hace un par de años confesó a DOSSIER: “Nunca proyecté algo real por fuera de NTVG”, lo cierto es que ya no es una materia pendiente sino otro canal de expresión que oxigena y retroalimenta su proyecto de banda. “Soy feliz en los dos mundos, disfruto de ambas cosas”, advirtió durante una escucha de adelanto del disco con la prensa. Este vienes 21 de marzo sus nuevas canciones estarán en la calle, tanto físicamente con en las distintas plataformas. El álbum sucesor de EMI, Cada segundo dura una eternidad (2022), es un registro predominantemente pop en el que exhibe una impronta más intima, personal y nostálgica. De las ocho canciones que lo componen, tres ya habían sido publicadas a modo de adelanto, mientras Brancciari y su banda completaban la gira aniversario por los 30 años: “Imposible”, “Culpa” y el más reciente “Doce Días” en colaboración con la argentina Daniela Spalla.
“Hay canciones muy viejas, como ‘Solo me pasa a mí’ que compuse en Playa Hermosa cuando aún estaba en pareja y aborda la temática de la salud mental, y otras bien recientes”, advirtió el compositor a DOSSIER. “Las tomas de grabación las hicimos en dos partes, durante las ventanas que me permitió NTVG”.

El disco abre con “De algún lado”, una pieza rockera down tempo con arreglos de melotrón y una fuerte impronta desafiante y confrontativa que evoca los aires de “Rufián” o incluso la provocativa “No te quiero acá” que NTVG publicó allá por 2004 como parte de Aunque cueste ver el sol. El estribillo actual reza: “Yo a vos te tengo visto de algún lado, sos de los que no van al frente. Con pensamientos poco elaborados, te quiero bien lejos de mí”.
El focus track, la canción sobre la cual el proyecto busca centrar la atención es “Muerto ese amor”, una pieza de desamor que en 2010 cedió su lugar a “Chau” de NTVG para integrar Por lo menos hoy. “Era un tema con un mood similar”, observa Brancciari. El estribillo reza: “Se quedó sin armas, se quedó sin días, puede no estar muerto ese amor, pero no respira”. Allí se plantea también un abordaje diferente si comparamos proyectos. En esta y otras canciones de EMI los miembros de la banda entonan contracoros, un arreglo poco habitual en las canciones de NTVG.
Otra de las grandes diferencias sonoras, más allá de la obviedad, es la ausencia absoluta de vientos. “Acá no hay caños”, subraya Brancciari con cierta picardía y agrega: “Ya bastante lejos han llegado”. Risas.
Sobre el destino de su caudal compositivo que prové, Emiliano señala: “De un momento a esta parte, me di cuenta que compongo y luego el proyecto que necesite material se alimenta, toma o deja esas canciones”. Sin embargo, lo que es claro es el tratamiento diferencial del repertorio. Su proyecto en solitario, le permite hacer foco en la interpretación vocal y desligar por momentos de la ejecución de la guitarra; alzcanzar un tono más grave y combinar las voces femeninas de Lucía Romero o Lula Isnardi que son parte de la banda, e incluso arreglar los temas sin pretensión de que enciendan estadios. “Quizá el público en general no lo note tanto pero yo veo un montón de diferencias en la forma de cantar, en la tonalidad, y cómo arreglar instrumentalmente las canciones”.
Luz es el título del más reciente trabajo de NTVG. ¿Este trabajo solista La sombra en luz es una especie de dark side, de lado oscuro de aquel grabado el 2021 por tu banda?
Es verdad, no me había dado cuenta, puede ser… Risas. De hecho, nadie de la banda en NTVG lo observó, salvo vos.
Si bien el primer álbum fue grabado en NY con una banda de sesionistas norteamericanos, este segundo es obra de los músicos con los que Brancciari ha venido trabajando en forma paralela a NTVG, entre estos, Pablo “Chamaco” Abdala, el baterista fundador del proyecto con el que ha recorrido el mundo.
¿En algún momento se te pasó por la cabeza producir lo nuevo de EMI con Mateo Moreno (bajista fundador de NTVG, quien trabaja además como productor en Bs.As.)?
Podría ser perfectamente, es verdad, pero no se me ocurrió. Él trabaja muy bien, me consta, y además nos queremos mucho. Cuando hicimos el concierto aniversario por los 30 años en la Rambla, lo invité a tocar. Mateo me dijo: “Dale, claro, y tocamos con el Chamaco en la mismas canciones”. Y yo dije: ¡No, las mismas canciones no! No me parecía que sumara y no quería marcar diferencias con la banda de antes y la actual. Tocaron los dos pero en canciones diferentes. Por supuesto que en el back éramos el mismo grupo de amigos de siempre, pero en el escenario no era el espíritu que estábamos buscando.
Aún restan nueve fechas del tour mundial de NTVG, con paradas por nuestro país, Argentina, EEUU y España. Lo último será el 12 de julio en Málaga, donde el músico aspira emprender su primer viaje en solitario. Aún no tiene claro el destino pero sabe que aprovechará para vivir la experiencia antes de regresar para sumergirse a grabar el disco nuevo de la banda. Para el futuro registro estrenarán un nuevo estudio de NTVG. El próximo “Elefante Blanco” será de mayores proporciones al actual (en posesión de la banda desde 2011); un gran salón con luz natural y dos control room a cada extremo. Bajo la producción artística estará nuevamente el argentino Nico Cotton, a quién Brancciari conoció al momento de grabar “Me Cansé” junto a Zoe Gotusso, y con quien trabajó además para su reciente disco solista. “Es muy rápido para trabajar, y hace sugerencias muy interesantes. De repente corta el estribillo y lo cambia de lugar, o mueve una estrofa. Después vemos si es mejor pero arriesga en la propuesta”.
“Buena parte de las canciones ya están; veremos cuales quedan”, advierte Emiliano sobre el futuro repertorio de NTVG.
Si bien ya están las canciones, ¿son todas de tu autoría o alguien de la banda se ha lanzado a componer?
Hay un tema del Bambino (Pablo Coniberti, guitarrista desde 2009 en NTVG). Me lo mandó para ver qué me parecía y yo le pedí que lo compartiera con el resto de la banda. Está en la carpeta con el resto de los temas.
El nuevo repertorio dará más espacio a los arreglos instrumentales del grupo. “Ya no estoy haciendo maquetas, mando solo referencias de guitarra y voz. Aprendí un montón a delegar. Antes hacía hasta las líneas de bajo, los vientos, las guitarras. Ahora ya no tengo tanto tiempo para hacer los demos, quiero vivir un poquito”.
Lo nuevo de EMI será presentado oficialmente el 9 de mayo en Buenos Aires en el Roxy Live y más tarde, el 16 de mayo en La Sala del Museo del Carnaval en Montevideo.