No Borders: sombras, recuerdos y cuerpos que hablan con el tiempo

“No Borders” es el resultado de ese encuentro entre el cuerpo pasajero de Verónika Beyhaut y las rocas viejas de la Isla de Elba. Con luz, sombra y materiales que cambian de textura, la artista crea formas que se mueven y se transforman sobre superficies rugosas, lisas, opacas o transparentes. En ese juego de luces y sombras, Verónika se detiene, las controla y las convierte en imágenes que reflejan sus deseos, sus miedos y sus convicciones, mientras nos desafía a mirar más allá de lo que solemos ver.

Las obras expuestas, con curaduría de Natalia de León, no son solo para mirar, sino para sentirlas con todo el cuerpo. Las sombras, las texturas y las fotos proyectadas sobre fósiles o materiales especiales, te invitan a rodearlas, tocarlas con la mirada y dejar que despierten sensaciones. Ahí es donde el tiempo se siente fugaz y eterno a la vez, y donde la tensión entre lo frágil y lo infinito se hace presente.

Las sombras son la clave de esta muestra: ese vínculo entre lo temporal del cuerpo y lo eterno del paisaje. Son como una especie de espejo que nos habla de quiénes somos y cómo nos conectamos con el mundo. Aceptar esas sombras, esas partes ocultas o incómodas, es abrirse a nuevas formas, nuevas perspectivas y a una belleza que todavía no conocíamos.

Un buen ejemplo es el tríptico Her, Him, They, donde se muestra cómo un cuerpo atraviesa las categorías de género para finalmente liberarse de ellas en una imagen más pequeña e íntima, que invita a desafiar las normas sociales. Otras obras, como Aliens y Ángel, nos hacen cuestionar qué significa ser humano en un mundo donde la tecnología nos cambia a cada instante y nos invita a pensar en otras formas de vida, reales o imaginadas.

Las fotos de No Borders no se conforman con ser solo imágenes; liberan la mirada y rompen con las ideas tradicionales de representación. Son un acto de resistencia creativa, un llamado a soñar y a vivir el mundo de manera distinta. Nos invitan a repensar quiénes somos, qué nos define y cómo nos relacionamos con el planeta.

Además, todo esto cobra un significado especial en el Palacio Salvo, un lugar lleno de historia y memoria, que se transforma en un espacio perfecto para este diálogo entre el pasado ancestral y un futuro que aún podemos imaginar.

En resumen, No Borders es una invitación a abrirnos al cambio, a la transformación y a dejar que el arte nos muestre caminos nuevos para entendernos y conectarnos con el mundo.

📍 Dónde: Palacio Salvo - Plaza Independencia 848
🗓️ Cuándo: Hasta el 4 de agosto - Finissage y conversatorio 17 h
🕐 Horario: 10 a 17 h
🎟️ Entrada libre

Texto e imágenes: Mario Cattivelli - @illev_uy

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