Por Pablo Trochon.
Cerca de donde Jules Verne pusiera a un puñado de fareros asediados por corsarios, en el faro ubicado en la Isla de los Estados, al oeste de Tierra del Fuego, se encuentra esta ciudad, encallada entre el Canal de Beagle y los descomunales cerros Martial y Olivia. De coloridas casas de madera con techo de chapa ondulada, coronadas por decenas de lupines de diferentes tonalidades, de retamas florecidas de intenso amarillo y el bosque que se filtra por entre sus callejuelas más elevadas, es uno de los mojones más entrañables de la Patagonia argentina.
Faro del fin del mundo
En Ushuaia la cultura del fin del mundo se continúa perpetuando como un legado insoslayable. Pero el fin del mundo de quién: ¿el de la población de yámanas en manos de los anglicanos, hacia finales del XIX? ¿El de los reclusos de la Cárcel de Reincidentes que con sus manos engrilletadas construyeron calles, puentes y edificios, explotaron los bosques, instalaron la imprenta, el teléfono, la electricidad, oficiaron de bomberos, y que nunca pudieron, por lo menos así lo relata la crónica, fugarse con éxito? El faro Les éclaireurs, en el Canal de Beagle, tras islas habitadas por cormoranes y lobos marinos machos que se disputan en lucha encarnizada territorio y hembras, aparece sereno, acunado en nido de rocas, en su áurea y grana solemnidad.
Cordero
La delicia patagónica por antonomasia, además de la trucha, el jabalí y el ciervo. En cualquiera de sus formas de presentación, esta carne deliciosa, tierna y baja en colesterol y en grasa es altamente disfrutable. La cocción tradicional es en cruz, sujetado por las extremidades al asador con ganchos o con alambres. También puede probarse en empanadas, en estofado, en cazuela (con cebolla, puerro, zanahoria, calabaza chica, condimentada con orégano, laurel, tomillo, romero y vino tinto), en pastel, al escabeche y en picadillo (con cebolla, puerro, ajo y ralladura de limón).
Presidio Nacional
Los pabellones en panóptico de esta antigua prisión son una de las visitas ineludibles, ya que remontan al origen de la urbe, cuando era apenas un caserío que alojaba a las familias de los carceleros. Asimismo, durante las pocas décadas que estuvo activa, en la primera mitad del siglo XX, como reclusión destinada primero a presos políticos anarquistas y luego a delincuentes peligrosos, por lo inhóspito de su entorno, alojó a personajes célebres como el ex presidente argentino Héctor Cámpora y al Petiso Orejudo. Incluso se rumorea que Carlos Gardel habría pasado un período allí también. Actualmente es un centro cultural que contiene un complejo de museos: el del propio presidio, el marítimo, el antártico, el de arte marino y una galería de arte, donde se puede disfrutar de exposiciones de artistas locales y de renombre, como Salvador Dalí.
Trencito
Sumado a la archiexplotada marca del fin del mundo, no deja de ser una actividad muy turística pero también muy recomendable. Atraviesa el cementerio de árboles talados por los presos para alimentar la usina termoeléctrica del presidio, por el valle del río Pipo, haciendo un recorrido de ocho kilómetros espoleado por una locomotora a vapor. El paisaje, como es inevitable en esta parte del globo, es imponente, montañoso y colorido.
Turberas
Este humedal ácido de origen glacial, por acumulación orgánica, da lugar a una superficie esponjosa de color rojizo, sobre la que crecen exóticas y minúsculas florecillas que generan un paisaje increíble y cautivante. Caminar sobre esta formación de más de nueve mil años es una experiencia increíble porque es como pisar un colchón. El sendero que va a la laguna Esmeralda, al pie del glaciar Ojo del Albino, posee un área de turberas bastante importante.
Fiesta Nacional de la Noche más Larga
Todos los 21 de junio, con el solsticio de invierno, se lleva a cabo una cantidad de actividades culturales a cargo de artistas nacionales y locales en polideportivos, museos, restaurantes y pubs. Entre ellas, escultura en hielo y nieve, espectáculos musicales y teatrales, muestras pictóricas, el ritual de la quema de los obstáculos (consiste en arrojar papeles al fuego en los que estén escritos los impedimentos a nuestros objetivos) y la marcha de antorchas, que acaba con fuegos artificiales.
Lago Roca
Es muy recomendable recorrer sus márgenes en una caminata a través del bosque del Parque Nacional de Tierra del Fuego, donde los conejos y los castores son plaga y causan grandes trastornos para la flora por no tener depredadores directos y por estar prohibida su caza. Desde allí, no perderse la Bahía de Lapataia, a pocos minutos.
Sello de pasaporte
Es uno de los pocos sitios en el mundo donde podés obtener un sello para tu pasaporte sin cruzar la frontera. Por supuesto, el atractivo de esta estampa es el lema fin del mundo y se obtiene en la Oficina de Turismo de forma gratuita.
Navegar el Parque Nacional Los Glaciares
El catamarán parte del Puerto Banderas, recorre el brazo norte del lago Argentino entre pequeños témpanos aislados hasta llegar al glaciar Spegazzini, antecedido por el pequeño Seco, que se desgrana en una de las laderas del cerro Peineta. La vegetación está empapada y las rocas erosionadas por períodos glaciares primigenios. El glaciar Uppsala es mucho más imponente, aunque en los últimos cincuenta años ha retrocedido trece kilómetros. Antes de regresar, se desciende a la bahía Onelli y se cruza una zona boscosa hasta la laguna homónima por un camino de abetos, cedros y cipreses.
Noche fueguina
El silencio, la bahía en un celeste intenso, rodeada de sombras montañosas azules, profundas, se salpica por estelas de humo que escapan de las chimeneas. Una recorrida nocturna por la costanera más austral del mundo, disfrutando del aire puro (y helado) y las estrellas, es un paseo muy recomendable.