Por Pablo Trochon.
Una ciudad que se hermosea con los diseños de las basílicas y la arquitectura masiva de los palacios, murallas y monumentos; un pueblo distante, un idioma imposible y una cultura diferente son los desafíos para quien quiera hacer algo más que tomar fotos, comprar matrioskas y lucir sombreros cosacos fluorescentes.
Bicicletear por el Moscva
Transitado por pequeñas embarcaciones, conecta escenarios diferentes, como la ultramoderna gran ciudad y panoramas más bucólicos. Los varios kilómetros del río emblema de la capital rusa, que a su paso deja varias islas, como la que cobija al Kremlin, y destaques, como el Estadio Olímpico Luzhnikí –sede de los Juegos Olímpicos de 1980‒, permiten un entretenido paseo en las dos ruedas. Por el rio de Moskva/ Bajo al Gorky Park/ Escuchando vientos nuevos/ Verano atardecer.
Mausoleo de Lenin
En el rojo corazón de la ciudad, sito en la icónica plaza, se encuentra la eterna morada del líder soviético. El control de seguridad es muy riguroso, como todo lo que refiere a normas en este país, y se impide ingresar con mochilas, cámaras, celulares, etcétera. Atravesando una larga fila de tumbas de otros íconos comunistas, descendemos a un sitio oscuro y altamente custodiado, donde, en medio de una luminaria fantasmagórica, vemos lo que nos dicen que es el cuerpo embalsamado de Lenin, o al menos al muñeco que lo representa. Los guardias no permiten que nos detengamos a admirar el rigor mortis que descansa en un ataúd a prueba de balas, solito después de que echaran a Iósif Stalin para afuera, a la intemperie.
My-My (se pronuncia mu-mu)
Entre los tacos aguja y los vestidos ultracortos de delgadísimas princesitas rusas y los adustos caballeros con botas de cuero de algún reptil, se puede disfrutar de un menú tipo buffet muy rico, cuyos platos poseen nombres impronunciables y sabores inidentificables pero que se deben probar.
Catedral de San Basilio
Colorinche templo ortodoxo que se asemeja a un artificio de juguete, ubicado en la gran explanada de la Plaza Roja e inmortalizado en los años ochenta por el videojuego ruso Tetris. Su arquitectura y diseño, que provienen del siglo XVI y que tomaron forma por orden del zar Iván el Terrible, son verdaderamente cautivantes. El entrecruzamiento de influencias bizantina, asiática y renacentista hace de este edificio majestuoso uno de los puntos más hipnóticos del lugar. Su intrincado interior, entre las diversas capillas, que atraviesa varios murales, molduras y retablos excepcionales en un estilo recargado, fue utilizado como establo por las tropas de Napoleón.
Colosos
Las líneas neoclásicas del prestigioso Teatro Bólshoi, la estatua de Karl Marx y el Monumento de Pedro el Grande, un poco desubicado quizás, ya que él no quería a Moscú y fue justamente quien corrió la capital a San Petersburgo.
Kremlin
Avasallante ícono mundial del gobierno ruso y fortaleza real donde actualmente reside el presidente, se destaca por las decenas de cúpulas doradas de sus basílicas, las señoriales y pintorescas columnas de la muralla terracota, los refinados palacios y las fuentes a su alrededor. En su interior se pueden visitar múltiples exhibiciones que dan cuenta de la vida señorial, entre las que se destaca la maravillosa colección de carrozas.
Catedral de Cristo el salvador
El templo ortodoxo más alto del mundo, coronado de doradas cúpulas y reconstruido en la década de los años noventa tras ser destruido por el Soviet. Aquí mismo, en febrero de 2012, las Pussy Riot eran encarceladas tras irrumpir en el recinto cantando a la Virgen María para que echara a Vladimir Putin del gobierno.
Estaciones de Metro
Como en otras urbes del mundo, son un capítulo aparte y merecen su detenida visita. Algunas son casi palaciegas, y están conectadas por la tercera red de metro más extensa del mundo, después de la de Londres y la de Nueva York. Se ubican a gran profundidad, por lo que las escaleras mecánicas de ingreso son eternas y muy empinadas.
Siete Hermanas
Este conjunto de rascacielos es un emblemático ejemplo de la dura e imponente arquitectura comunista impulsada por Stalin entre los años cuarenta y cincuenta, en cuya cúspide, en varios de ellos, se destaca una antena con la roja y señera estrella del soviet. El octavo edificio, el Palacio de los Soviets, que hubiera medido 389 metros, más una estatua de Lenin de cien metros, nunca se concluyó debido a la entrada de los nazis a la Unión Soviética. En ellas funcionan la Universidad Estatal de Moscú, el hotel Radisson, un edificio de viviendas, el Ministerio de Asuntos Exteriores, la plaza Kúdrinskaya, el hotel Hilton y el edificio de la Plaza de la Puerta Roja.
Café Галактика (Galáctica)
Sitio súper bizarro en el medio de la nada en el que, cada quince minutos, la estruendosa música explota y desfila un grupo de odaliscas rusas que pasa bailando sensualmente por entre las mesas mientras los parroquianos ingieren sendos mariscos y fuman shisha.