Por Pablo Trochon.
Intensa ciudad del sur de Vietnam, rodeada de un enjambre demencial de motos y de una historia que la liga con eventos tan tristes como el conflicto bélico que duró veinte años y sumió al país en ruinas y disgregación. Hoy en día una comunidad en plena ebullición, atiborrada de atractivos culturales, se constituye como una de las paradas inevitables del sudeste asiático.
#Templos Entrelos varios que pueden visitarse, se recomiendan el Cao Dai Holy See (en las afueras de la ciudad), sede principal del caodaísmo, interesante religión espiritista que sincretiza el taoísmo, budismo, cristianismo, islamismo y confucianismo. En esta colorida y magnificente construcción se puede asistir a una ceremonia diaria al mediodía, para apreciar las prácticas de esta comunidad y las distintas jerarquías, similares a la de la Iglesia Católica, pero que integran a las mujeres y cuyo liderazgo está vacante hace aproximadamente cien años. Otra opción es visitar las pagodas Vihn Nghiem, uno de los templos budistas más grandes del país, con clara influencia de la arquitectura japonesa, que posee una torre icónica de 40 metros, y la Ngoc Hoang, con su emperador de jade, sus fuentes llenas de tortugas y esculturas que representan figuras siniestras.
#IntegrarseALaComunidad Aunque parezca extraño, y a diferencia de sus primos, los chinos, a los vietnamitas les encanta tener compañía de extranjeros. Si bien esto puede ser un poco por alardear, puede ser una experiencia muy divertida acercarse a algún grupo en un restaurante o boliche y estarán encantados de integrarte y llevarte a los que no accederías por tu cuenta.
#MuseoDeLosRestosDeLaGuerra Este sitio imprescindible denuncia las consecuencias de la ocupación estadounidense de forma cruda e ilustrativa, a través de documentos y fotos estremecedoras. Cómo fue el intervencionismo, cómo intentó socavar el sur inculpando al comunismo del norte, cómo se decanta la guerra y cómo debe retirarse por la mancomunada resistencia independentista. Un paseo esencial para tomar conciencia sobre los hechos trágicos y evitables de nuestra historia. Eso, y cruzarse con personas discapacitadas por los efectos del agente naranja.
#AñoNuevoChino Si podemos hacer coincidir nuestro viaje con esta celebración es ideal por dos motivos: participar de las ceremonias y desfiles que son sumamente memorables, y disfrutar una ciudad con muchísima menos gente que lo habitual, lo cual, aunque parezca intrascendente, es un alivio en un lugar tan caótico: los paseos en paz serán el premio.
#TourCitadino La ciudad no tiene estructura de urbe, sino que parece un gran barrio, entre Carrasco y el Prado, lo cual hace que su recorrido entre la arboleda sea bien ameno, a excepción, claro, de los bocinazos que nos acompañarán día y noche, y los cruces de calle que son verdaderos desafíos. Además de las constantes referencias comunistas y al líder político que diera nombre a este emplazamiento, la oficina de correos, la ópera, la Catedral de Notre-Dam (sí, se llama así) y el Palacio de la Reunificación, que tuvo un rol importante en la política local, e internacional por derivación, son de los lugares emblemáticos.
#PlatosQueDanMiedo Sí, la gastronomía vietnamita ofrece una amplia gama de comidas que son un verdadero reto al estómago, a los valores y a la cordura. Entre los más populares se encuentran: huevo de pato hervido con el embrión desarrollado, carne de perro con salsa de camarón, sangre de serpientes (que se cree que posee efectos de revitalización sexual masculina), sopa de sangre con jugo de limón y maní, diferentes tipos de larvas fritas o vivas, huevos negros (que en realidad son fermentados durante meses en una solución de arcilla, cal, ceniza, cáscara de arroz, sal y té negro), corazón palpitante de cobra en su sangre y otras delicias. ¡A probar se ha dicho!
#DeltaDelMekong Esta estrella de la zona puede visitarse, por ejemplo, en un tour de dos días. Primero, un traslado en los típicos y confortables ómnibus que tienen tres filas de semi literas y wifi. A continuación, en una barca grande se recorren ríos y canales de esta inmensa biósfera de casi 40.000 kilómetros cuadrados disfrutando la variedad de paisajes. Se puede visitar la Isla del Unicornio, granjas de abejas, rústicas manufacturas de caramelos de coco y fideos de arroz, pequeños pasadizos fluviales en botecitos y su alucinante mercado cien por ciento flotante, donde se aprecian curiosas frutas y verduras, así como comidas prontas, todo vendido desde canoas.
#LushBar Boliche sofisticado y accesible al mismo tiempo. Salir a bailar con jóvenes vietnamitas puede ser una de las actividades más divertidas, en un ambiente respetuoso y osado a la vez. Capítulo aparte las vestimentas súper fancy de los comensales.
#TúnelesDeCuChi Este ícono de la resistencia contra la invasión es uno de los favoritos de los turistas y por ello merece una aclaración: en sí, esta obra de relojería de una extensión de 250 kilómetros interconectados en tres niveles con una centena de trampas, es interesantísima como evidencia del ingenio del débil para repeler el ataque de los poderosos. Esgrime la significancia y la carga emotiva de ser un antiguo campo de batalla donde perdieron la vida miles de seres humanos, y por ello no debemos recomendar su visita sino todo lo contrario. Casi nada de lo que se exhibe es original y el relato que efectúa es un bastardeo de la Historia, que reduce el sitio a un show de marionetas y túneles falsos para jugar a los topos y a una tienda de souvenirs insultantes, donde los visitantes pueden comprar balas y disparar con diferentes tipos de ametralladoras, incluso una Browning M2 de pelotón. Totalmente inapropiado.