Memorias de Neil Young. El sueño de un hippie
Ícono del Flower Power
Por Nelson Díaz
Nacido en Toronto, en 1945, Neil Young se ha convertido, a fuerza de talento y de compromiso social, en uno de los cantautores referentes de la segunda mitad del siglo XX, junto con Bob Dylan, Leonard Cohen y Van Morrison. También en un sobreviviente del Flower Power ,cuando los hippies quería cambiar al mundo bajo el postulado de amor y paz. Próximo a cumplir setenta años y con más de medio siglo de carrera, es bienvenida la edición de sus memorias, editadas por la barcelonesa Malpaso Ediciones que cuenta con un gran catálogo para los melómanos.
Memorias de Neil Young. El sueño de un hippie no sigue un orden cronológico, sino que el músico va alternando recuerdos que saltan del presente al pasado y viceversa, mezclando opiniones e historias sin ningún orden aparente. Por ejemplo, en el capítulo catorce, de buenas a primeras se despacha con que –según se dijo en algún momento– el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) nació a partir de un proyecto para diseñar una pista de trenes, información que cuenta Young es totalmente falsa. Descolgado del resto del volumen parecería que el cantautor estuviera en un viaje psicodélico sesentista. Pero en realidad, a medida que avanza el capítulo la figura del tren cobra otra dimensión. “El desarrollo de lo que hoy en día constituye el núcleo del sistema para controlar los movimientos y los sonidos de las maquetas de trenes me obsesionó por completo. […] Cada movimiento tiene su sonido y cada sonido sus propias variables. Cada sonido se graba de modo que varíe de acuerdo con un algoritmo basado en la acción mecánica o en quien controla la locomotora. Así nacen mis obsesiones. El resultado final es la música”.
Es decir, lo que en apariencia parece una estructura caótica de sus memorias, a medida que avanzamos en la lectura, descubrimos que la estación final, si de trenes hablamos, es la música. Desde la primera guitarra cuando era un niño, hasta su relación con sus padres y con el mundo, pasando por su concepción política –hay un capítulo dedicado a Ronald Reagan–, o su militancia acérrima a favor del medio ambiente y en contra de la empresas fabricantes de agroquímicos y transgénicos, Young arma un relato en primera persona en el que desnuda su vida cotidiana, sus obsesiones, y repasa varios de los grupos de los que formó parte: Desde The Jades, su primera banda, pasando por The Squires, Buffalo Springfiel, The Mynah Birds, Crazy Horse, Crosby, Stills, Nash & Young, hasta su carrera solista que incluye 45 discos.
A lo largo de las más de cuatrocientas páginas, Young se muestra agradecido con su familia y la gente que lo apoyó, sin renunciar a sus convicciones. Por ejemplo, cuenta cómo a comienzos de los setenta ingresó ilegalmente a Estados Unidos, el porqué de su admiración a Steve Jobs (el creador de Apple) o por qué detesta a las religiones. Categórico afirma: “Supongo que el mal es necesario para justificar la existencia de la religión organizada”.
Memorias de Neil Young. El sueño de un hippie. Editorial Malpaso, 412 págs, 2014. Distribuye Océano.
SUSCRIBITE A REVISTA DOSSIER LLAMANDO AL 24032020