Por Carlos Dopico.
El 9 de julio de 1972, hace cincuenta años, casi dos mil personas copaban las afueras del teatro Solís, donde Tótem, la mítica banda uruguaya, daría su único concierto. El grupo, pergeñado en el sótano del Hot Club, en apenas meses había alcanzado una inusitada popularidad y agotaba cada una de sus presentaciones. Meses después, durante aquel mismo año, confirmarían lo esbozado un año antes y con Descarga volvieron a sacudir la escena musical local.
Ruben Rada, Enrique Rey, Eduardo Useta, Daniel Lobito Lagarde, Mario Chichito Cabral, Santiago Ameijenda ‒en lugar de Roberto Galletti en batería‒ y, por qué no, el flaco López Domínguez (mánager y cooperativista por igual de aquel colectivo) volvían a sorprender con un trabajo que mezclaba el candombe beat, el rock, la psicodelia, el jazz, y la bossa nova.
Temas como ‘Heloísa’, ‘Orejas’, ‘Manos’, ‘Negro’, ‘Descarga’ son apenas una muestra de aquel álbum de cuarenta minutos y nueve canciones, enfundado en un llamativo sobre en el que la banda se sobreimprimía en un predominante damero.
Originalmente se grabó en los estudios ION de Buenos Aires por el ingeniero uruguayo Carlos Píriz (el mismo que había rescatado las distintas grabaciones de El Kinto para armar Circa 1968 y compaginado las grabaciones de Eduardo Mateo cuando el músico abandonó las sesiones de Mateo solo bien se lame). Lo editó el sello De La Plata, en 1972, y dos décadas más tarde, en 1995 lo reeditó Sondor en CD. En 2020 Little Butterfly Records reeditó aquel álbum en formato vinilo.