Por Gabriela Gómez Téliz.
El llamado enfant terrible de la literatura francesa, amado y odiado en iguales proporciones, acaba de publicar su libro Aniquilación y, como ha sucedido con sus anteriores novelas, los lectores se lanzaron a comprarlo para saber cuál es la provocación que se trae esta vez entre sus páginas. Michel Houellebecq (1958), desde su debut con la novela Ampliación del campo de batalla (1994), ha imaginado personajes que en su mayoría son individuos solitarios, muchas veces al margen de la sociedad a la que observan con una mirada crítica, cínica y desesperanzada. Una característica fatal que se repite en muchas de sus producciones es ser anticipadora de hechos, como en Sumisión (2015), que imaginaba una Francia dominada por el islamismo, y que fuera publicada justo antes de que se produjera el atentado a la revista satírica Charlie Hebdo, donde murieron donde personas; o en Serotonina y el episodio de la huelga de agricultores que es finalmente dominada por la Policía, versus los episodios de protesta del movimiento de los llamados “chalecos amarillos”. La novela fue escrita unos meses antes, presagiando estos acontecimientos.
En el caso de Aniquilación la acción se ubica en el año 2027, en una Francia que se prepara para las elecciones presidenciales y un presentador de televisión es el candidato posible después de Macron. El mundo de la política se constituye en el telón de fondo, y es en este ámbito donde la sociedad entera está representada y donde se desenvuelve el personaje central: Paul Raison. Trabaja como asesor del ministro de Economía y Finanzas, y tiene como tarea investigar misteriosos mensajes de un supuesto grupo terrorista que difunde videos amenazantes sobre ejecuciones a políticos, delimitando así uno de los perfiles de esta novela: el misterio, la intriga y el espionaje. Pero no se queda solo en este rasgo político, sino que amplía su campo hacia el análisis de la familia del personaje; su relación matrimonial, que está al borde de desaparecer y la relación con sus hermanos: una hermana católica simpatizante de la ultraderecha y un hermano casado con una periodista bastante peculiar. La ironía se cuela en las descripciones de la vida de sus hermanos y sus parejas, y la relación entre ellos se vuelve un poco más estrecha a causa de la enfermedad terminal de su padre y las decisiones que deben tomar como familia. La novela es atrapante y mantiene la característica de su literatura de hacer un corte en la realidad política, económica y emocional de los personajes y de su país, en un momento determinado. Esta vez no golpea como en sus anteriores publicaciones, sino que concluye en un cierre más grato y aunque no se pueda hablar de un “final feliz” se llega a cierta consonancia entre los personajes y sus circunstancias.
Aniquilación. Michel Houellebecq. Anagrama. 2022, 608 págs.