El padre del realismo sucio
Hubo una vez un escritor que tuvo un comienzo prometedor con su primera novela. Luego cayó en el ostracismo o, como él solía decir, lo devoró esa máquina llamada Hollywood, donde se ganó la vida como guionista. El autor de llamaba John Fante (1909-1983) y la novela Espera a la primavera, Bandini (1938). La historia narraba las peripecias de Arturo Bandini, un joven descendiente de italianos que aspiraba a convertirse en un escritor de renombre. Mientras esperaba el golpe de suerte, sobrevivía a salto de mata en trabajos odiosos y pensiones de mala muerte en Los Ángeles. El personaje tenía tintes autobiográficos y la “saga Bandini” continuó en las novelas Pregúntale al polvo, Camino de Los Ángeles y Sueños de Bunker Hill. Todas es novelas de la saga Bandini fueron reunidas ahora por Anagrama en un hermoso volumen, dentro de la colección Compendium.
Fante, además de las ya citadas novelas, publicó relatos dispersos y otra serie de novelas y relatos protagonizadas por la familia Molise (Un año pésimo, Mi perro idiota o la genial La hermandad de la uva).
Pero muchos años antes, el azar hizo que Bukowski manoteara un ejemplar de Pregúntale al polvo en una biblioteca de Los Ángeles. El hechizo fue inmediato. Tanto que el autor de Factotum lo reconoció luego como una de sus influencias, lo bautizó como el padre del realismo sucio, y escribió un hermoso y sentido prólogo para la reedición de Pregúntale al polvo. A partir de esa rentreé, Fante comenzó a ganar lectores en Estados Unidos y luego en el mercado hispano gracias a las ediciones de Anagrama. Ahora se editó El vino de la juventud, volumen que recoge trece relatos publicado en 1940 bajo el título Dago Red, a lo que se le suma otros siete publicados posteriormente en distintos medios. Escritos como una serie de relatos independientes, pero enlazados unos con otros por personajes y situaciones, los cuentos perfectamente podrían leerse en su conjunto como una novela sobre la infancia y adolescencia de hijos de italianos inmigrantes en Estados Unidos.
Hay situaciones que reaparecen en su obra, como la del padre que sobrevive de trabajos manuales, en este caso albañil, que bebe demasiado, lo que le convierte en un ser iracundo y agresivo. La madre, una mujer dura agotada por el trabajo cotidiano para mantener en pie una familia numerosa y católica hasta la médula ósea, obliga a sus hijos a acudir a la iglesia y crea en ellos ese sentimiento de culpabilidad continua que ha vivido la infancia prácticamente en todas las latitudes. Los otros temas recurrentes son el béisbol, siempre con trazos autobiográficos, evidenciados cuando narra la infancia de los personajes en Colorado; la difícil integración de las familias inmigrantes ante el esquivo american dream, y la relación conflictiva entre padre e hijos.
Fante es quien mejor retrató el lado B estadounidense de la primera mitad del siglo pasado. Es un autor con una aguda capacidad de observación de las relaciones humanas y la convivencia familiar. Es irónico, imaginativo y con un gran manejo de los diálogos. Hay que leer a Fante. Gracias, Bukowski.