Diario de un incesto yViolación Nueva York
Dos libros que cuentan historias aberrantes. Las de violación, incesto y violencia psicológica y de género. El primero de ellos, editado por Malpaso, es Diario de un incesto y es anónimo. La autora –así lo consigna en la nota introductoria– dice: “A fin de proteger mi intimidad, he decidido guardar el anonimato. Para ello he cambiado numerosos detalles. Aun así, no he alterado los hechos esenciales, que son verdaderos. Ruego a los lectores que respeten el deseo de ocultar mi identidad”. Y al leer el libro se comprende el pedido de su autora.
Diario de un incesto es una narración en primera persona de los abusos, maltratos y violaciones que la protagonista sufrió desde los tres hasta los veintiún años. Escrito en forma de diario, con un lenguaje directo y seco, hay pasajes que se tornan brutales y producen asco. Su padre la violó durante casi 18 años bajo el silencio –la complicidad– de la familia, con una madre que rehúye el tema y un hermano que no puede enfrentar la verdad. No querer hablar del tema –la amiga le dice, con pragmatismo, que se olvide del asunto– deja a la víctima más desprotegida aun, en completa soledad.
Esa situación devino en odio a su progenitor. “Tengo, y siempre he tenido, la impresión de que en realidad mi padre quería matarme, y que yo le seduje para impedir que lo hiciera. Recurrí a la sensualidad para seguir con vida. Salvé mi vida dándole placer sexual. Y él se hizo adicto a nuestras relaciones sexuales, y a mí me ocurrió lo mismo”, cuenta en un pasaje la autora. También llega a pensar en matarlo y darles de comer sus restos a los perros. Hay una relación psicológica dependiente que queda demostrada en algunos tramos, como cuando dice: “Mi padre sigue excitándome y sigue dándome miedo. Cada vez que pienso en él me pongo a cien. Percibo en el coño una tensión, una sensibilidad constante, y a veces incluso unos dolores agudos. Noto el estómago tenso y siento crecer un agujero negro en él”. Diario de un incesto es un libro duro que nos muestra qué tan crueles podemos ser.
El otro libro que gira en torno a la misma temática es Violación Nueva York, de la artista conceptual madrileña Jana Leo, que reside en Nueva York. El hecho ocurrió el 25 de enero de 2001, entre la una y las tres de la tarde, cuando Jana Leo fue violada en su apartamento de Harlem. Mientras dejaba unas bolsas de la compra con la puerta abierta a sus espaldas, su acosador aprovechó para entrar y retenerla a punta de pistola para violarla en su propia cama.
El libro –publicado en Estados Unidos en 2011 y ahora en al mercado hispanohablante–, narrado en primera persona, relata la odisea social y judicial que vivió Jana Leo luego de ser violada. Estuvo seis años juntando documentos judiciales, archivos fotográficos –sacó fotografías de cada uno de los rincones del apartamento, tal y como quedó después de la agresión– e hizo decenas de visitas a abogados y bibliotecas que seis años después permitieron que el violador fuera encarcelado. Pero no fue el único que marchó a la cárcel. La investigación que hizo la autora puso al descubierto otra trama: la del casero, que fue preso por fraude. El hombre sabía que las cerraduras de la entrada y de la azotea estaban rotas. El negocio consistía en no atender las viviendas que alquilaba para que los inquilinos dejaran los pisos. Por cada nuevo arrendatario no solo recibía una nueva comisión, sino que también se beneficiaba con el aumento del alquiler.
Leo recuerda perfectamente a su violador, el momento de los hechos y, sobre todo, el trauma que arrastra desde entonces. “No quería la cámara, ni la tele, ni el video. Me quería a mí. No quería solo sexo, quería despojarme de mí misma, destruir cualquier rastro de confianza que yo tuviera en mi persona. Estaba a punto de violarme. Más tarde pensé lo que significa obligar a otra persona a tumbarse, no solo para forzarla a mantener relaciones sexuales contra su voluntad, sino también para ningunearla, hacerla de menos, arrebatarle su autoestima y humillarla”. Violación Nueva York es un testimonio implacable y esclarecedor sobre el hecho en sí y las consecuencias psicológicas que debe afrontar la víctima.
Diario de un incesto, Anónimo. Editorial Malpaso, 2017. 127 págs.
Violación Nueva York, de Jana Leo. Los Libros del Lince, 2017. 174 págs.
Ambos distribuidos por Océano.