Clara Usón (Barcelona, 1961), autora de Corazón de napalm (2009), La hija del Este (2013) y Valor (2015), entre otros títulos –Valor fue reseñado en Dossier–, vuelve al ruedo con El asesino tímido, que trata sobre un hecho luctuoso, misterioso y real. Una buena combinación para una buena novela. La historia gira en torno a Sandra Mozarovski, una actriz que nació en Tánger, Marruecos, en 1958; se transformó en un ícono del destape español, con más de veinte películas, y falleció el 14 de setiembre de 1977, a los dieciocho años, en condiciones por demás extrañas. Su muerte conmocionó a la sociedad española de entonces. ¿Suicidio o asesinato? Todo bajo el rumor de que era la amante del rey Juan Carlos y que cabía la posibilidad de que se llevara a la tumba secretos de la alcoba real.
Con estos ingredientes, la autora encuentra resonancias tragicómicas en su propio proceso de autodestrucción y en la compleja relación que mantuvo desde niña con su madre. Escarba sin pudor en su pasado, cuando fue niña fantasiosa y joven rebelde de familia bien en una época idealizada, la España de la transición, en la que a menudo se olvidan las víctimas del desenfreno posfranquista que sucumbieron a la heroína y el sida. Usón mezcla ficción y realidad de una forma magistral en un libro políticamente incorrecto, tremendamente ameno, en el que combina reflexión y crítica en una prosa intimista y precisa, sin cortapisas ni miramientos.
Su novela ahonda en el descenso a los infiernos de una persona con graves conflictos íntimos. Para indagar y penetrar en las zonas más afligidas de la conciencia, Usón monta una narración autobiográfica con tintes novelescos. Toma como motivo inicial un vivaz recuerdo de juventud, la muerte de Mozarovski, y retrata aquellos tiempos del destape, al tiempo que empareja su circunstancia con la de la presunta suicida y establece un paralelismo entre las dos jóvenes, ambas luchadoras para conquistar el futuro y ambas también camino de la autodestrucción. La actriz pagó el más caro precio por su ambición, subraya varias veces Usón, al tiempo que evoca desde el presente el arduo camino de la supervivencia, tras superar la visita a las drogas e intuir el camino que lleva a la nada.
Esta línea anecdótica destacada no es única y se va trenzando con otras: la relación con la madre, la rebeldía juvenil frente a las imposiciones de los adultos para lograr la libertad, y la educación femenina dentro de los estereotipos de género.
El argumento adopta la forma de un puzle que salta de repente de la actriz porno a la autora. El punto de vista de la narradora se diluye en el de otros personajes. La anécdota se enreda en citas y comentarios de Camus. Al final, sale un intencionado popurrí psicológico, sociológico y ensayístico que la propia autora justifica como un rechazo de la novela unitaria, a la que contrapone la “escritura desatada”. Una prueba de una escritura exigente y seria, valiente en fondo y forma, que produce un magnífico resultado en la recreación sin pudor de una emotiva peripecia personal dentro de un específico contexto histórico.
El asesino tímido, de Clara Usón. Editorial Seix Barral, 232 págs. Distribuye Planeta.