El escritor tsunami
Murakami (Kioto, 1949) detesta que lo reconozcan por la calle. Como una suerte de Thomas Pynchon oriental, el novelista japonés no suele dar entrevistas. Días atrás hizo su primera aparición pública en dieciocho años, cuando asistió a una conferencia realizada en la Universidad de Tokio en homenaje a Hayao Kawai, un amigo personal recientemente fallecido. Su última presentación pública en Japón había sido una lectura tras el terremoto de Kobe en 1995, que dejó más de cinco mil muertos. Esa tragedia lo inspiró a escribir los seis relatos de Después del terremoto, publicado originalmente en el año 2000 y de reciente traducción al español. Así, el autor de novelas como Kafka en la orilla, Tokio Blues y After Dark se vale de lo ocurrido en Kobe para plantear historias de rupturas, de cambios abruptos, conscientes o inconscientes, algunos buscados, otros no tantos, en la vida de los protagonistas. La falla geológica que supone un terremoto se transforma en un sismo personal, y por lo tanto intransferible, que cambiará la existencia de los personajes sin alterar –al contrario de lo que ocurre con un temblor de tierra– el mundo que los rodea.
En ‘Un ovni aterriza en Kushiro’, relato que abre el volumen, Komura, un exitoso vendedor de equipos de sonido, contempla cómo su mujer sufre un cambio radical e inexplicable a partir del suceso de Kobe. Durante cinco días la mujer permanece sentada frente al televisor, en silencio absoluto, mirando las noticias de la tragedia. Inmóvil, apenas es capaz de mover su mano para cambiar desde el control remoto la señal de la pantalla. Días después, al regresar del trabajo, el hombre se encuentra con una carta en la que su mujer le informa que se va a la casa de sus padres y que quiere el divorcio. “Vivir contigo es como vivir con una masa de aire”, le espeta. El hombre decide tomar distancia del asunto con unas vacaciones. El encargo de llevar una encomienda –un pequeño paquetito de liviano contenido– a una ciudad desconocida y el encuentro con dos mujeres extrañas cambiará, de forma radical, el peso de su existencia.
Uno tras otro, los relatos conforman un muy buen libro, poblado de situaciones y personajes made in Murakami, que no decepcionará a sus seguidores, aunque dista mucho de Sauce ciego, mujer dormida. Una bienvenida edición mientras se aguarda la traducción al español de El descolorido Tsukuru Tazaki y sus años de peregrinación, su nueva novela recién editada en Japón.