Años atrás, hurgando entre noveles autores de la fotografía argentina, me llamó la atención el retrato de una joven dentro de una bañera colmada por agua verde esmeralda. Con el cuerpo parcialmente sumergido y la cabeza descansando sobre el bordillo, un brazo se aferraba a una rama de una enredadera florecida. Dentro de ese espacio determinado por la arquitectura, la autora prefiguraba las rutas de sus sueños. La vegetación –explicitada también por flores dispuestas sobre su pecho– llegaba hacia ese encuadre ficcionado desde un exterior sugerido. Esa serie de retratos no sólo establecía las coordenadas de una indagación personal y femenina –expandiendo su correlato hacia la universalidad del género–, sino también las posibles confluencias entre la realidad y el mito. La llegada de las mujeres silvestres (donde el ejercicio ritual se establece como posible exorcismo de la vulgaridad cotidiana) es una prolongación de esa conceptualidad, sólo que Anaut ahonda en la exploración de esos trasvases estéticos.
Su obra se posiciona en esa franja de intersecciones donde la fotografía ejerce como soporte desacralizado, ante la alteridad de recursos y conocimientos del quehacer artístico. Si los mundos de Anaut sugieren una poética tan vital como transitada, éstos no caen en las comunes acepciones de todo posible histrionismo. Tampoco en la retórica visual, y mucho menos en el dinámico entramado de las alusiones. Ella perfila un mundo tan auténtico como paradigmático, donde los contrastes entre la naturaleza y lo urbano, entre lo racional y lo fantástico, promueven un germen tan irreverente como conciliatorio. La influencia visual que los determina está representada por ciertas iconicidades devenidas del universo pictórico o de la contemplación citadina. Esa hibridación entre atmósferas disímiles signa la originalidad de su aliento.
A través del fotomontaje, el collage y la intervención digital, sus autorretratos (así como los retratos de otras mujeres que la acompañan) aparecen distribuidos sobre paisajes imaginados. Par tiendo de esa interacción arquetípica, Anaut señala las posibles simbologías de aquellos elementos constitutivos de cada imagen. En ellos convergen tanto la posible sacralidad del mundo antiguo, el reflejo intemporal de la sequedad desértica, la naturaleza propiamente dicha o los entornos constitutivos de nuestra modernidad. Son esas visiones de un mundo posible donde la fábula disuasoria se establece tan ver tiginosa como contemplativa. Anaut estimula a través de la escenificación tanto el acto performático como el juego metafórico que lo induce, siendo allí donde evidencia sus alusiones.
Su obra puede situarse en esa franja creativa de la autorreferencialidad, en la elaborada construcción escénica de sus capturas y en la faz técnica de la postproducción. Si en ellas prevalece la esencia de la reivindicación espiritual, éstas sugieren ciertas aproximaciones a la obra de otros autores detonadas desde otras perspectivas, y en las que también se advier te el trazado literario de cier tos
autores. Si en el universo de Francesca Woodman se urdía la constatación de lo trágico, o la presurización de cierta magia devenida desde una poética acentuada por el desencanto, Anaut parece por momentos transitar rutas próximas a la ensoñación de Ouka Leele. A ciertas mise en scene de la propia Annie Leibovitz, al mágico mundo de ese gran diseñador y fotógrafo canadiense que es Tom Chambers, así como a las de su compatriota Bárbara Bezina.
La llegada de las mujeres silvestres es un pequeño gran acontecimiento, y un acierto su llegada a la sala del Foto Club Uruguayo. Basta señalar que Anaut nació en Cipolleti (Río Negro, Argentina) en 1983, donde estudió profesorado de Artes Visuales, y después curso estudios de fotografía en Buenos Aires con Laura Ortego y Nicolás Trombetta, así como en talleres con la gran Liliana Porter y Eduardo Médici. Hasta el momento realizó varias muestras individuales y participó en diversas exposiciones colectivas. En su país ha obtenido diferentes becas, premios y reconocimientos, participando en festivales de cine y video arte en países de Europa y América Latina.