En el 2009 propuse a la Universidad Católica concebir una exposición fotográfica, representativa de la cultura nacional, en torno al resurgimiento del rock autóctono en los años ochenta. Así, con el apoyo del entonces CMDF, se llevó a cabo Bailando en la oscuridad: 1984- 1989. Cinco Años de Rock Nacional, del fotógrafo Marcel Lostau, muestra que recogía en poco más de ochenta instantáneas el universo esperanzador de cierta parte de la juventud, y sus encuentros con miembros de otras generaciones que veían en él un espacio de inflexión dentro del contexto histórico posdictadura.
Si los trabajos de Lostau ilustraban específicamente los acontecimientos desarrollados en torno al rock (reflejando las vicisitudes de sus propios congeneracionales, así como el entorno eufórico, esperanzador y utópico), en Los 80 / Bandas y Bandos, Marcelo Isarrualde redobla la apuesta, expandiendo el espectro sensible de esos años, a través de la imagen visible. Lo hace desde una perspectiva más amplia, quizás porque su mirada es la de un ser ya más adulto, proveniente de una de aquellas generaciones (la propia de la quien esto escribe) formada en otro país y en otro contexto, donde por ejemplo, el rock aún no era visto como el demonio hegemónico de ciertas políticas colonialistas, sino como una parte más del universo integrador de la ‘‘educación sentimental’’ que hizo de este país (al menos hasta la dictadura), un enclave singular y cosmopolita. Algo de eso sucedió en los ochenta dentro del ámbito cultural y social, cuando ciertos protagonistas reaccionaron a los corsés de la dialéctica ante un pretendido retorno a las fuentes sesentistas de la revolución latinoamericana. Perteneciente a la generación surgida en los primeros años de los ochenta, las fotografías de Marcelo Isarrualde fueron ganándose un merecido prestigio entre sus contemporáneos. Junto a los trabajos de algunos de ellos (Álvaro Zinno, Juan José Urruzola, Roberto Fernández Ibáñez, Alfonso de Béjar…), sus obras contribuyeron a plasmar el mapa histórico –temporal e innovador– de esos años. En cierta forma reinventaron desde lo visible la percepción icnográfica de un país sumido en tiempos de cambios. Asumieron una revitalización del acto fotográfico, situándolo desde otras perspectivas y transgresiones, tanto desde lo anecdótico como desde la exteriorización de lo retratado. Isarrualde impregna no sólo de técnica sus fotografías, también explaya su fina sensibilidad desde su poderoso motor indagatorio. Como retrospectiva historicista, Los 80 / Bandas y Bandos circunscribe en su determinación conceptual las poderosas interrogantes de entonces, el dinámico marco de confrontación que asumió la sociedad en torno al devenir político, así como las diferentes pautas culturales que comenzaban a dibujar las facetas de un nuevo pequeño país, y de un extracto de lo que hasta entonces, en los círculos artísticos, pautado por la resistencia y la determinación ideológica, era considerado ‘‘políticamente correcto’’. Isarrualde detalla en cada imagen, en cada gesto de sus capturas, un tiempo tan vivo como olvidado. Lo hace desde un foco democratizador (donde la sociedad es horadada de manera tan poética como inquisitiva), dejándonos ver en sus contradicciones y confluencias, la utopía de unos años oscilantes entre crisis económicas, el tema de los desaparecidos, y el deterioro educativo, germen de todos y cada uno de nuestros males actuales. La mirada del autor se posiciona tanto sobre seres anónimos, como desde gestos y acciones de algunos reconocidos protagonistas de la política y la cultura.
En las tomas de Isarrualde puede percibirse el aliento de ciertos autores. Una ancha franja que va desde Bresson y Frank, hasta Koudelka y Duane Muchals, e incluso incita a referenciar la obra cinematográfica de Fellini y Bergman. Escasas muestras ejemplarizan como ésta la convergencia entre el hecho artístico y la fotografía testimonial. En ese aspecto –más allá de la tónica funda- mentalmente política– es posible urdir ciertos puntos de contacto con el archivo fotográfico del diario El Popular, que resguardara el fotógrafo Aurelio González.
Los 80 / Bandas y Bandos es un fotorreportaje visceral, entrañable y desnudo como pocos, de una década que aún no ha sido estudiada como se merece. Una década que quizás por vergüenza –más que por ignorancia– muchos prefieren obviar.
Muestra: Los 80 / Bandas y Bandos. Artista: Marcelo Isarrualde.Lugar: Fotogalería Parque Rodó del CDF. Pablo de María y Rambla Wilson.
Fecha: 21 de diciembre – 13 de febrero.