El artista plástico, licenciado en artes plásticas, docente y crítico de arte de Dossier Daniel Tomasini visitó la Selva Negra y plasmó sus impresiones en una serie de pinturas que expondrá en una instalación en la que incorpora esculturas y una obra mural que realizará directamente en una pared de la sala 1 del Museo Nacional de Artes Visuales.
La muestra, llamada Schwarzwald, cuenta con el patrocinio de la Embajada de la República Federal de Alemania, que así inicia la conmemoración del aniversario 160 de las relaciones entre ese país y Uruguay. Comenta Tomasini: “He podido detectar todos los colores de la paleta, con la predominancia obviamente del verde, desde el verde azulado de las hojas hasta el verde fluorescente del musgo que se apodera, en algunas zonas, de ramas, troncos y piedras, cubriendo prácticamente todo el piso del bosque y trepando hacia arriba y a los costados. En mi opinión, el pintor debe pintar lo que no se ve, porque de lo contrario sólo estaría haciendo una descripción superficial del motivo. Es sabido que el sonido tiene color. Pero ¿y el silencio? […] El desafío consistió en traducir lo que estamos contemplando en formas plásticas buscando un clima especial de intimismo y recogimiento. Para ello establecimos recursos plásticos; colores simbólicos cuya percepción conduce a las distintas sensaciones, entre ellas la de oscuridad, de luz y de penumbra. Al mismo tiempo nos fascinaba la luz filtrada entre el denso e intrincado follaje, y el juego de sombras cambiantes. Los espejos se utilizaron como instrumento de percepción de situaciones diferentes desde distintos puntos de vista simultáneos o de realidades paralelas habitadas por una luz con su reflejo huidizo. […] Al mismo tiempo es un momento de encuentro consigo mismo, con la sensación de que nuestra soledad se encuentra contenida desde el mundo vegetal y mineral, como si estuviésemos siendo observados. Desde esta perspectiva y a partir de estas intensas sensaciones se me ocurrió divagar, pensando que estos bosques centenarios bien podrían ser el hábitat de personajes mitológicos y fantásticos que pueblan los cuentos infantiles. Puedo asegurar que dentro de la espesura y por fuera de los estrechos senderos –que se hallan esporádicamente y que son utilizados por los grupos de visitantes escaladores– en los lugares donde es casi imposible caminar debido a la intrincada trama de ramas que parten desde el piso, la sensación es de protección y de seguridad […] Pero el arte es tan enigmático como la vida misma, y su misterio está escondido como lo está en la propia naturaleza, que hace posible, en mi caso, la misteriosa conexión con la creación”.
Schwarzwald, de Daniel Tomasini.
Fecha: del 25 de mayo al 26 de junio.