Ingresar a la sala 5 del Museo es estar frente a un claro ejemplo de instalación pensada y desarrollada para un sitio específico. Con curaduría de Enrique Aguerre, alli se presenta “Leibniz saltando a la cuerda”, creación de Ricardo Pascale.
Aquí está en juego la belleza de naturaleza matemática a partir de la cual el artista ha creado escenarios singulares, donde la experiencia verdadera surge de un momento revelador, en un espacio único donde se diluyen las fronteras entre el arte y la ciencia.
Modelos de cuerdas que configuran catenarias cuestionan el espacio expositivo al punto de transformarlo totalmente, de manera radical. “El dibujo tiene nueve módulos todos iguales. Cada módulo -ya definido- en el techo entra en la tridimensionalidad y tiene once cuerdas cada uno. Cada cuerda cae vertical hacia el piso luciendo una de las funciones más bellas de las matemáticas: La catenaria. Una curva que adopta un material flexible, dócil, pero de densidad uniforme sujeto por sus dos extremos y sometida únicamente a la fuerza de la gravedad. Es un recorrido de cuerpos no opácidos, sino transparentes, sin filos, con formas que dependen de la naturaleza que pese a su complejidad matemática, tienen una formalización cálida al tiempo que sofisticada, ejecutada con simples cuerdas, respetando el lugar. Es un desfile de esos cuerpos en el espacio, que el espectador observará y descubrirá sentidos impensados”, afirma el artista.
Una potente banda sonora, compuesta por Sylvia Meyer, acompaña como fondo la creación de Pascale. Música que refuerza la invitación a participar activamente de la propuesta por parte del visitante.
Museo Nacional de Artes Visuales / Sala 5
Martes a Domingo / 13 a 20 horas / Hasta el 24 de Marzo, 2024
Compartimos nuestro registro fotográfico – PH/Mario Cattivelli