Por Gabriela Gómez.
En el museo Zorrilla se presenta una serie de cuadros de Daniel Supervielle (1970) bajo la curaduría de Diego Píriz. La obra de Supervielle es fácilmente identificable por sus pinceladas, el colorido y las multitudes que plasma en sus cuadros que están estrechamente relacionados con el tema del fútbol. Como ha ocurrido con tantos artistas, sobre todo en la literatura (Galeano, Benedetti, Ángel Rama), el fútbol, “pasión de multitudes”, ha sido parte de una trama que tiene como sonido de fondo el griterío de las hinchadas, el colorido de las camisetas, las pancartas que saludan a los jugadores, la alegría de la victoria. La mítica se denomina Los de afuera son de palo, mítica frase de Obdulio Varela, capitán de la selección que venció en Maracaná en el Mundial de 1950, pedido a los jugadores para que se concentraran en el juego y no “miraran para arriba a toda esa gente”, ante la avalancha de hinchas brasileños que, seguros de su victoria se imponían con su presencia sobre los celestes, aunque no así con los goles.
Supervielle, antes de dedicarse a la pintura fue periodista y trabajó en los principales medios de prensa locales, en radio, televisión, diarios y revistas. También publicó dos novelas breves: Mehari (2002) y Namibia (2008). En 2010 fue uno de los dueños de la librería La Licorne – Librería Viva, y luego retomó su interés por la pintura, que había abandonado años atrás, y se incorporó al Taller Casablanca liderado por Ignacio Iturria.
El conjunto de obras es una muestra del color y el movimiento que se despliega en la fiesta del fútbol y tiene la particularidad de que, como toda pieza artística, cambia la impresión si nos acercamos y la vemos con detenimiento, pero también es muy bueno alejarse, despegar la mirada de los detalles y observar el conjunto. Entonces el ojo se aparta de las pinceladas y el cuadro es otro, donde se pueden identificar ángulos, figuras geométricas, letras y frases como una especie de criptogramas o juego pictórico que esconde signos detrás de los trazos de colores vivos.
No solamente vemos el espectáculo del fútbol desde las grandes hinchadas, el artista también revive en sus pinturas momentos imborrables de este deporte, con una perspectiva diferente, desde el campo de juego, reproduciendo las míticas fotos que fueron tomadas en el “Maracanazo”, muchas de ellas por el fotógrafo y artista Julio Testoni, en revistas de la época. En definitiva, los cuadros de Supervielle, afortunadamente, se centran en la alegría de la fiesta popular, en “las multitudes en movimiento” y deja afuera a la violencia –el lado oscuro de este y otros deportes–, producto de las rivalidades entre los cuadros.
Daniel Supervielle. Los de afuera son de palo. Multitudes en movimiento. Museo Zorrilla. José Luis Zorrilla de San Martín 96.