La resiliencia de una feria de arte.
Por Florencia Sáder.
Conocí a Laura Bardier en 2015, cuando estaba organizando la segunda edición de Este Arte. Tenía la pasión y la determinación de alguien que sabe exactamente lo que quiere. Laura quería que su feria de arte sirviera para la profesionalización del mercado de arte de Punta del Este y la región, que nuestra principal ciudad balnearia fuera conocida –entre otras cosas– como un destino artístico cultural y a la vez proporcionar oportunidades para artistas latinoamericanos.
La primera edición de la feria se llevó a cabo en una gran carpa; la segunda en una discoteca abandonada; la tercera y las subsiguientes, incluida la de enero de 2022, en el poco utilizado Centro de Convenciones de Punta del Este. Este Arte se convirtió en un clásico de todos los veranos, un evento esperado no solo por la calidad del arte que exhiben las galerías participantes, sino por un interesante programa educativo compuesto por charlas, simposios, conferencias y conciertos que la complementan.
Los contactos internacionales y el prestigio de Laura Bardier quien, si bien es uruguaya, lleva muchos años radicada en el exterior, primero en Europa y hace unos años en Nueva York, hacen que en esta feria se den cita galerías y figuras que normalmente no llegarían a Uruguay, y si lo hicieran no sería pensando justamente en el arte. Laura es el ejemplo de otra compatriota que busca contribuir a la internacionalización del país, de que nos conozcan en el mundo por algo más que nuestras bellezas naturales, nuestra carne o nuestro vino.
La octava edición de Este Arte se llevó a cabo del 4 al 7 de enero pasado y reunió unas veinte prestigiosas galerías uruguayas, argentinas, brasileñas y europeas, además de la Fundación José Gurvich, el Centro de Exposiciones Subte y la Banca Tatuí, retomando la actividad presencial luego del obligado impasse en 2021.
Otra cosa para destacar es el ánimo colaborativo con otras instituciones culturales de la zona. Este año hubo programas en conjunto con la recientemente inaugurada Faara (Fundación Amalia Amoedo) en José Ignacio, el CCD (Creative Cluster Development) en la Punta y el flamante MACA (Museo de Arte Pablo Atchugarry) en la ruta 104. Este último con un programa de cine de arte, llamado ARCA, curado por Laura Bardier, cuya primera edición se llevó a cabo en los días siguientes a la feria en el auditorio y el parque del novel museo.
Siempre es un placer visitar la feria y ver la excelente oferta que presentan las galerías consagradas, como fue Vik Muniz en Xippas o Tomas Saraceno presentado por la Galería Ruth Benzacar; la potente selección de obras de la uruguaya Diana Saravia Gallery, entre las que se destacaba una Alicia de Álvaro Amengual; o la satisfacción que da ver el crecimiento de una galería que prácticamente nació al mismo tiempo que la feria, Black Gallery de Pueblo Garzón.
Me interesó especialmente la propuesta del espacio del montevideano Centro de Exposiciones Subte que trajo un adelanto de su próxima retrospectiva de la obra del artista Ulises Beisso, curada por Pablo León de la Barra con la coproducción de la galería Walden Naturae, recientemente instalada en Garzón.
Luego de su fallecimiento en 1996 con apenas 38 años, la obra de Beisso quedó en manos de su madre y su pareja. Años después de estar dispersa fue reunida, catalogada y documentada. Su obra de carácter personal autobiográfico toca los temas de la identidad, disidencia y la diversidad sexual en el contexto cultural de Montevideo de los años ochenta y principios de los noventa. En la obra de Beisso está presente el surrealismo y tiene una innegable influencia del arte mexicano; su libreuso del color hacen de este artista una rara avis de la escena montevideana, que merece ser redescubierto, aunque sea de forma póstuma.
Esculturas, ensamblajes y pinturas conforman la obra, parte de la cual estuvo guardada en una habitación con llave, celosamente custodiada por la madre de Beisso. Próximamente va a ser parte de la retrospectiva en el Centro de Exposiciones Subte que abrirá durante el invierno de 2022. La muestra en Este Arte fue acompañada por la película La intención del colibrí acerca de la vida del artista, dirigida por Sergio de León, exhibida como parte de la programación de ARCA en el MACA.