El dibujo al alcance de todos se titula la muestra que se realizó en la galería de arte Diana Saravia desde el 12 de noviembre de 2020.
Quienes conocen personalmente a este hombre sabrán que no es el caso en el que que uno, como espectador o degustador del arte, debería quizás abstenerse de conocer al artista y remitirse, simplemente, a admirar o denostar su obra. Amengual construye una performance constante y esto quizás no sea una provocación consciente sino simplemente su forma de estar en el mundo. El catálogo de esta muestra, digital y colgado en la plataforma issuu, es un buen indicio de sus posturas irreverentes, por demás sarcásticas y –en ocasiones– pasmosamente graciosas. De esas en las que no se sabe si lo que se está viendo y oyendo es una broma ácida o un guion delirante que parece estar escribiéndose en ese preciso momento, en forma espontánea.
El artista le dedica la muestra a su “maestro de la infancia” Andrew Loomis, a quien nuca conoció pero a quien le debe su pasión por el dibujo y a quien “abandonó” por prestarle atención a los intelectuales, “esas personas que saben que la lluvia moja porque lo han leído en un libro [y que usan palabras como] procrastinación, reconstrucción epistémica o contrafractualidad”. A lo que agrega: “Yo me bajo acá”, y vuelve a Loomis para poner el dibujo “al alcance de todos”.
¿Juego, ironía o realidad? No importa, porque lo que destella es la factura y la maestría de sus dibujos que captan la esencia de los personajes que sugiere o las personas que retrata. Muchos de los dibujos que se muestran aquí son de la última etapa, realizados en carbonilla y pastel, y algunos pocos con acuarela.
Amengual es ante todo un dibujante figurativo, irónico y expresivo, que utiliza recursos como el empaste y la difuminación, con los que logra un maravilloso trabajo de luminosidad, al estilo de Degas, más el uso de la línea y la deformación de las figuras humanas con la cuales despliega su humor y su maestría.