Fotografías de Federico Estol
La isla de todos los robos
No es la primera vez que Federico Estol expone en la capital. Su anterior trabajo, Hello Montevideo, fue exhibido por el CdF en su Fotogalería Ciudad Vieja. La poética del autor genera un universo tan reflexivo como corrosivo en sus cimientes. Sus registros —y evocaciones— se instauran desde una perspectiva inquisitoria de realidades y apariencias. Si en Hello Montevideo el autor recreaba un posible universo paralelo con su ciudad homónima de Minnesota (Estados Unidos), en La Isla del Tesoro —que fuera parte del Fotograma 13— las coincidencias y disidencias se conforman —y reconfortan— a partir de la similitud del acto delictivo de los abordajes bucaneros. Sorteando esos tópicos narrativos, Estol navega hasta las Islas Caimán (punto de convergencia de los piratas del Mar Caribe durante el siglo XVII y centro de operaciones del mítico Francis Drake), actual paradigma y centro neurálgico de todo paraíso fiscal.
Desde esa perspectiva, las fotografías de Estol se embarcan tras las posibles asociaciones que esos territorios —geográficos y humanos— transpiran. En esa dualidad de apariencias y significados, los habitantes de esta importante plaza financiera asumen su condición de “homónimos” históricos de aquellos ladrones internacionales en aguas centroamericanas. Las fotografías recrean esa atmósfera de ambivalencia. Un secreto a voces, aunque perpetuado tras el misterio de cajas blindadas. Atmósferas tan displicentes como aturdidas a través de las fisonomías del letargo. Verdadera historia de piratas esta, donde la invocación dionisiaca de la consecución —y resguardo— del botín es celebrada anualmente a través de la Pirates Weeks, fiesta realizada en George Town, capital de las islas.
El ojo crítico de Estol fija sus encuadres tanto en los rostros de ejecutivos, banqueros, brokers y afines, como en la geografía que los contiene. Hombres tan circunspectos como ensimismados por los vaivenes de la felicidad monetaria, donde la mujer es también tan heroína como parte del botín. Cuatro siglos de historia condensada en breves y poderosas instantáneas, dialogando con la otra cara de la moneda del periodismo gráfico de primera línea. Aquí no hay muertos ni daños colaterales, ni el dolor o el horror explícito, pero posiblemente, sí las ramificaciones o réditos de muchos de ellos.
Título: La Isla del Tesoro.
Artista: Federico Estol.
Lugar: Sala Espacio Foto. Ejido 1444.
Fecha: 4 de julio – 5 de agosto 2014.
Cristian Kirby en la sala del CdF
Rostros de la memoria, gráfica de los delitos
En las fotografías de Cristian Kirby, los semblantes de 119 militantes de la izquierda chilena, desaparecidos entre 1974 y 1975 en diferentes puntos de la ciudad de Santiago, asumen protagonismo desde un tapiz patinado. Barnizado —y hasta bendecido— por la irrupción del color y el tratamiento gráfico, como soporte desde donde posar sus miradas e interpelarnos. La muestra de Kirby asume ese riesgo, trascendiendo la evocación de la ausencia por la mera presentación del retrato.
El autor genera un mapa, una gráfica de calles y redes urbanas como el cuerpo del delito. Son las calles y adyacencias de una ciudad al desnudo las que denotan en sus apreciaciones, los lugares donde esos militantes fueron capturados o vistos por última vez. En esa corrosión del mapa sensible, la alteración icónica funciona desde una poética tan desorbitada como amable. En la apreciación de esos gestos, en la difuminación de esos rostros, la circularidad histórica subyace ante los embates del tiempo. Entonces, en la clarificación de una ciudad nominada, la ficción innominada de una geografía impresa asume la universalización del delito y del recuerdo. Fotos y mapas disparan, desde esa cartografía, señas de una identidad universal. Partiendo de su constitución metafórica, el mapeo urbano se vuelve huella ineludible, como así también lo hacen las fisonomías intervenidas del vacío humano.
Título: 119.
Artista: Cristian Kirby.
Lugar: Sala del CdF. San José 1360.
Fecha: del 4 de julio al 13 de agosto de 2014.