Zanahoria, de Enrique Buchichio
Thriller político uruguayo
En octubre de 2004, en Uruguay, los candidatos presidenciales de los tres principales partidos se disputaban la primera vuelta del ballotage en las elecciones nacionales. La inminencia del primer triunfo electoral del Frente Amplio se sentía en el ambiente, con un clima festivo en las calles de la capital y encuestas que le daban la victoria con un margen muy favorable. La gran duda imperante era si Vázquez ganaba con un triunfo arrasador en la primera vuelta, alcanzando más del 50% de los votos o, de no llegar, si pasaría a una segunda vuelta. Esta situación generaba gran malestar en ciertos círculos (los de los altos mandos militares, por ejemplo) y mucha esperanza en otros (los de los militantes por los derechos humanos que desde hace décadas clamaban por verdad y justicia).
En este contexto es que se ambienta esta película. Los periodistas Alfredo García y Jorge Lauro (Abel Tripaldi y Martín Rodríguez) trabajan en una nueva publicación de izquierda, el entonces incipiente Semanario Voces, con una labor especialmente sobrecargada por la coyuntura política. Es entonces que un hombre los contacta, un informante absolutamente extraordinario (César Troncoso); de aire misterioso y pelo engominado, la fuente anónima se presenta como un ex-militar que trabajó en Inteligencia del Ejército y les pide, con discreción y reserva absoluta, que se dirijan a las afueras de la ciudad para poder hablar tranquilamente con ellos, a salvo de teléfonos pinchados y posibles escuchas.
Cuando el encuentro tiene lugar, les ofrece a ambos información relativa al período de la dictadura, documentos confidenciales y hasta sesiones de tortura grabadas en video. Más adelante, esta “zanahoria” se vuelve aún más tentadora: asegura saber dónde fueron enterrados varios de los desaparecidos, y se ofrece a pasarles información concreta sobre la “Operación Zanahoria”, aquella por la cual ciertos militares habrían desenterrado, a la salida de la dictadura, algunos restos para deshacerse de ellos y cubrirse las espaldas ante los inminentes cambios en el poder.
Es así que se despliega este interesantísimo thriller político local, basado en hechos reales de los que poco y nada se sabía. Las circunstancias que se relatan a lo largo de la película fueron inspiradas en los hechos descritos en una crónica escrita a cuatro manos por los mismos periodistas –cuyos nombres reales son los mismos de los personajes– y cuya difusión fue más bien limitada.
Como en toda adaptación, el director y guionista Enrique Buchichio (El cuarto de Leo) se tomó aquí ciertas libertades y licencias poéticas, pero el principal mérito de la película está en haberse centrado en este mismo material, una anécdota que despierta una intriga constante y que mantiene su enigma aún después de conocida su resolución. Asimismo las actuaciones están muy bien: Tripaldi convence y hasta presenta cierto carisma como el periodista más experiente y veterano, y Rodríguez lo secunda con altura como joven aprendiz. Pero como de costumbre, el que más sobresale es Troncoso en el papel del informante, un hombre de una ambigüedad sorprendente. El actor logra con economía de gestos, a fuerza de miradas y lenguaje corporal, esbozar un carácter meticuloso e implacable que de a ratos despierta temor, propicia situaciones de suspenso y hasta logra despertar cierta compasión en otros tramos. Una narrativa clásica, precisa y fluida, de diálogos concretos y funcionales, de personajes sólidos y ágil ritmo, promueve que además la película sea eficiente en su cometido de entretener.
En momentos en que la búsqueda de la verdad y los juicios a militares en vecinos países avanzan a pasos agigantados, en nuestro país parecerían haber mermado –con voluntades expresas por parte de figuras clave de la política nacional de poner un “punto final” al proceso– y esta notable película vuelve a poner en el tapete una cuestión crucial: que hechos traumáticos de este tenor no pueden ser simplemente sepultados o zanjados, y que significan un dolor imposible de acallar, una herida abierta que no puede cerrarse mediante sentencias personales. Esta obra demuestra una vez más que el tema, lejos de haber quedado en el pasado, está más presente que nunca.
Título original: Zanahoria.
Director: Enrique Buchichio
Guión: Enrique Buchichio.
Elenco: César Troncoso, Martín Rodríguez, Abel Tripaldi, Néstor Guzzini, María Victoria Céspedes, Mónica Navarro, Carlos Vallarino.
Duración: 100 minutos.
País: Uruguay – Argentina.
Año: 2014.