La cultura en tus manos

Peñico, joya de la arqueología peruana

28 noviembre, 2025

Por Bruno Podestá Airaldi.

Bruno Podestá —gestor cultural, escritor y colaborador de Dossier— fue un puente constante entre Perú y Uruguay. Integrado plenamente a la vida cultural local desde hace más de dos décadas, dejó huellas profundas a través de su trabajo, su calidez y su incansable vocación por compartir conocimiento.

Esta nota sobre Peñico, que escribió poco antes de su partida, es también un gesto final de ese vínculo que cultivó con tanta generosidad.

Un nuevo hallazgo arqueológico muestra un espléndido sitio a visitar y descubrir en Perú. Al norte de Lima, a doce kilómetros de la Ciudad Sagrada de Caral, se encuentra Peñico, centro urbano de 3800 años de antigüedad, situado a tres horas y media por tierra de la capital del Perú. Recientemente, fue abierto al público tras ocho años de investigaciones multidisciplinarias, lideradas por la renombrada arqueóloga y antropóloga peruana Ruth Shady y el equipo de especialistas de la Zona Arqueológica Caral (ZAC).

Peñico, destacado por su monumentalidad, se encuentra sobre una terraza elevada a 600 metros sobre el nivel del mar, por lo que el lugar protegía a sus habitantes y construcciones de inundaciones y deslizamientos. Es pertinente señalar que sus edificaciones fueron diseñadas para resistir terremotos, desastres naturales pertinaces en los países andinos.

Fundado hace casi cuatro mil años, es considerado un centro urbano que articulaba transversalmente (de oeste a este, para simplificar) a poblados de los valles Supe y Huaura –en la costa peruana– con el territorio andino y amazónico.

Vista aérea del Edificio Público Mayor.

En Peñico han sido identificadas dieciocho edificaciones que habrían cumplido funciones ceremoniales, residenciales y comerciales. Entre ellas se destaca el Salón Ceremonial de los Pututos, amplio espacio cuadrangular de relieves escultóricos con representaciones de esos instrumentos de viento –los pututos– hechos con caracoles marinos de considerable tamaño, que en los Andes fueron usados para convocar reuniones, anunciar eventos y hacer ofrendas a las deidades.

Como señalan investigadores de la ZAC, en el recinto han sido encontradas también esculturas de barro no cocido (Peñico y Caral son clasificadas por la arqueología tradicional como culturas precerámicas, lo que llevó a restar importancia a sus vestigios arqueológicos durante mucho tiempo), representando figuras humanas, animales y objetos rituales, así como collares hechos con spondylus, rodocrosita, crisocola y hueso animal, y herramientas líticas como batanes, moledores y yunques.

Un indicio del amplio horizonte cultural en el que se desenvolvió Peñico se aprecia en la presencia de figuras de monos y otros primates, lo cual indica conocimiento de las regiones amazónicas y su fauna; a ello se puede agregar que esa conexión desde la costa del Pacífico hasta la Amazonía representa un recorrido que cruza diversos pisos ecológicos en un vasto territorio.

Vista aérea de la Zona Arqueológica Monumental Peñico.

Rebautizado recientemente con el nombre de Ciudad de Integración del Valle de Supe, Peñico se convierte en el cuarto sitio arqueológico abierto al público vinculado a la sorprendente civilización caral, dada a conocer en 1999; también forman parte del conjunto Áspero, abierto al público en 2006, y Vichama, en 2008.

Con la puesta en valor de Peñico (y antes, Caral) ha cambiado la comprensión de ese período anterior a los 3200 años de antigüedad, marcado por la civilización chavín, genéricamente entendido como una etapa de poblados dispersos batallando aisladamente por la propia supervivencia.

Para enriquecer el horizonte temporal amplio que estamos contemplando, vale la pena señalar que con posterioridad al tiempo de Peñico y de Caral se sucedieron en los Andes diversos imperios y culturas: Chavín, Paracas, Nazca, Moche, Wari, Chimú y el gran Imperio inca. A estos le sucedieron la etapa colonial y, a partir de 1821-24, la republicana. Cada etapa y sus situaciones han concurrido en gestar el sustrato ideológico y cultural del Perú actual.

Edificio Público con Plaza Circular Hundida.

Civilización caral

A partir de la apertura al público de la civilización caral en 1999 –en la que se enmarca posteriormente Peñico– y con el ánimo de dar a conocer sus importantes alcances, la Embajada del Perú donó en 2022 al Museo de Historia del Arte de Montevideo (Muhar) una maqueta a escala de la Ciudad Sagrada de Caral, que se encuentra desde entonces en exhibición.

La elaboración de la maqueta fue el afortunado producto de una valiosa colaboración cultural Uruguay-Perú. Con la asesoría del equipo técnico de la Zona Arqueológica Caral, el reconocido artista uruguayo Walter Tournier –muy cercano a la cultura peruana– elaboró en Montevideo un prototipo a escala que, al decir de los expertos peruanos, destaca por su precisión y calidad de factura.

La ceremonia de entrega de la maqueta al Muhar estuvo acompañada de una exposición didáctica de imágenes y réplicas de piezas de esa civilización. Asimismo, los dos meses que duró la exposición estuvieron acompañados de una presentación virtual de la doctora Ruth Shady.

Puesto en perspectiva, se ha pasado de un horizonte temporal limitado por la cultura Chavín y su herencia monumental y arqueológica en la sierra norte peruana, a un horizonte temporal considerablemente más antiguo, de 5000 años, con la Ciudad Sagrada de Caral –la más antigua de América–, y de 3800 con Peñico.

Escultura de cabeza femenina con peinado elaborado.

En tal contexto, no deja de sorprender que Caral no fuera una zona amurallada y que no se hallaran rastros de torreones defensivos ni armas entre los vestigios, lo que lleva a reflexionar que esos antiguos pobladores, de los que los peruanos descendemos, produjeron un conocimiento valioso para una vida en concordancia con la paz y el medioambiente.

Si bien la referencia al sitio arqueológico era conocida desde los años sesenta, han sido las excavaciones e investigación de las últimas tres décadas las que han puesto en evidencia su materialidad y las esferas de interacción entre zonas y valles distantes, mostrando la continuidad evolutiva de la civilización caral a lo largo de aproximadamente dos milenios.

Todo indica que, tras el declive de Caral debido a un cambio climático extremo, los habitantes buscaron nuevos lugares donde asentarse, lo que significó una transición y expansión cultural a partir de ese foco original en el que los principios astrológicos y religiosos eran sumamente relevantes, así como una concepción comunitaria de convivencia. Tomada en conjunto, la ZAC ha identificado veinticinco sitios arqueológicos en las 626 hectáreas que componen la zona, la mayoría no puestos aún en valor.

Escultura de cabeza con peinado elaborado.

Una experiencia singular

La doctora Ruth Shady señala que poner en valor a Peñico tiene entre sus beneficios el involucramiento de las poblaciones locales, participando en las labores arqueológicas y de recuperación, así como fortaleciendo su propia identidad como herederos de esos grandes procesos civilizatorios. Shady indica igualmente que la relevancia económica y ocupacional de un turismo respetuoso y ordenado se suma –al igual que la presencia de investigaciones en el terreno– a la tarea de dar continuidad y seguridad a una zona arqueológica que es acechada por invasiones y apetitos territoriales con fines espurios. 

Como conclusión de la valiosa experiencia de explorar, descubrir y poner en valor esa parte escasamente conocida del pasado peruano, Shady sostiene que tanto Peñico como Caral muestran “que en nuestro pasado hemos tenido tecnologías y desarrollo con un uso adaptado al medioambiente y un intercambio cultural y tecnológico transversal a larga distancia con culturas de variado desarrollo”.

Los especialistas de la ZAC sostienen así que estamos frente a una experiencia civilizatoria y productiva hermosa de apreciar actualmente, que se desarrolló en un contexto de paz y adaptación al medioambiente, que deja grandes lecciones para la actualidad del Perú y la región.

Para visitar Peñico (y Caral) en un solo día partiendo de Lima hay disponibles tours que viajan a la zona disfrutando del paisaje de la costa peruana.

Peñico nos espera.

BRUNO PODESTÁ AIRALDI. Escritor y académico peruano. Encargado de asuntos culturales de la Embajada del Perú en Uruguay.

Escultura de cuerpo con vestido de diseño geométrico.

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