(Por primera vez el Bartolomé Hidalgo Infantil y Juvenil se separa del resto de las categorías).
Eldys Baratute.

Aunque la historia del arte ha demostrado que existen movimientos culturales que se gestan y evolucionan de forma espontánea, es cierto que en la mayoría de los casos un estímulo institucional -y cuando hago de estímulo me refiero a todas las variantes de la gestión-, impulsa el crecimiento y la visibilidad de ciertas zonas de la cultura que por momentos pudiesen sentirse a la sombra.
Esto, unido a la presencia de figuras tutelares que, además de creadores se convierten en mediadores, promotores o voceros de esa rama de la creación, contribuye a su visibilidad y empoderamiento.
Tengo la percepción de que hay una «conspiración silenciosa» en Uruguay para ponderar la literatura que se escribe para niños, adolescentes y jóvenes, desde categorías como Álbumes ilustrados, obras para pre escolar, cuentos, novelas, poemarios e incluso libros de investigación.
Además, se percibe, sobre todo en las editoriales más pequeñas, la existencia de libros que apuestan por un texto arriesgado y un diseño poco convencional, con historias en dónde predominan los usualmente llamados «temas taboo» o poemarios que se alejan de las formas tradicionales y combinan el verso con la música o la imagen. A esto se suma la presencia de talleres para los pequeños, los mediadores de lectura o los propios escritores, que brindan herramientas para acercar, de la mejor forma, el libro a los públicos.
La reciente convocatoria del Premio Bartolomé Hidalgo habla sin dudas de esta intención de la Cámara Uruguaya del Libro de que los libros para niños, adolescentes y jóvenes (los mejores libros) acompañen el crecimiento espiritual e intelectual de la familia.

Aunque no es nueva la premiación de esta categoría dentro del Bartolomé Hidalgo, este año por vez primera se separa la literatura destinada a los lectores en formación del resto de los géneros y se premia el 31 de mayo, como parte de las acciones de la Feria del Libro Infantil y Juvenil.
Tal iniciativa ayudará sin dudas a qué se visibilicen libros y autores en un espacio que les pertenece por naturaleza propia.
Se agradece entonces que esta y otras acciones ayuden a visibilizar textos, autores, editores, diseñadores, mediadores de lectura y cuantos contribuyan a que las letras que se escriben para cualquier edad, esas que como toda literatura que se respete ayudan a aferrarnos a nuestra humanidad, continúen siendo un espacio para reunir a toda la familia frente a un libro.