
El Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) presenta la exposición Rostros del arte – Panta Astiazarán, una muestra que rinde homenaje a la trayectoria del reconocido fotógrafo uruguayo Pantaleón «Panta» Astiazarán. Con una carrera de más de seis décadas, Panta ha sido testigo y cronista de la vida cultural del país, capturando en su lente a los más destacados artistas nacionales.
Un legado compartido
Más allá de su faceta como fotógrafo, Astiazarán ha demostrado un compromiso constante con la preservación de la memoria cultural uruguaya. Su reciente donación de parte de su archivo a la Biblioteca Nacional es un testimonio de ello. Con 40 mil negativos digitalizados a lo largo de su carrera, seleccionar qué material donar no fue una tarea sencilla. Sin embargo, el retrato siempre ha sido su eje central, pues para él «el contacto con el ser humano siempre fue un disfrute».
«Yo recibí y ahora estoy devolviendo», afirmó Astiazarán durante el acto de donación, subrayando su convicción de que la fotografía es un puente entre generaciones. Su relación con la Biblioteca Nacional es profundamente personal: «Yo me instruí ahí», dijo en referencia a la institución que ahora alberga parte de su legado.
El fotógrafo Leo Barizzoni, amigo y colega de Astiazarán, resaltó la generosidad de Panta, no solo por compartir su archivo, sino por su manera de ver el mundo: «Comparte su ojo, su mirada»(*). Esta mirada, que ha registrado a escritores, pintores, actores y personalidades de la cultura, constituye una «memoria montevideana»(*), según Barizzoni, un testimonio único de la historia cultural uruguaya.




La exhibición, con curaduría de Enrique Aguerre, director del MNAV; Valentín Trujillo, director de la Biblioteca Nacional de Uruguay y el fotógrafo Leo Barizzoni, reúne una selección de retratos de treinta artistas visuales uruguayos. Cada fotografía está acompañada por una obra del artista retratado, creando un diálogo entre la imagen y la creación plástica. Este formato permite al espectador no solo apreciar la técnica y sensibilidad de Astiazarán, sino también explorar la esencia de los creadores a través de su propia obra.





















La fotografía como testimonio
Para Panta, la fotografía es más que una simple captura de instantes; es una forma de rescatar lo efímero. «La fotografía es el intento de rescatar algo que se va, que se desvanece»(*), reflexionó. Pero también reconoce que la memoria persiste a través de la obra de los artistas retratados.
El proceso de Astiazarán no es meramente técnico; su relación con los retratados es clave. Muchas de sus imágenes nacieron de largas conversaciones, encuentros reiterados, y de un vínculo genuino con quienes fotografió. «Yo capté mi relación con ellos», cuenta Panta, dando cuenta de una fotografía que trasciende la simple captura y se convierte en testimonio de una conexión.
Historias de anécdotas y momentos compartidos quedan inmortalizadas en sus retratos: una charla técnica con Cúneo, un paseo con Zorrilla, la siesta de Homero Alsina Thevenet, la imagen de una Idea Vilariño que desmentía su dureza con su candidez, o la lectura absorta de Marosa di Giorgio en el café Sorocabana. Cada imagen es más que un registro; es un fragmento de historia, un reflejo de la memoria cultural uruguaya.





















La exposición en el MNAV es una oportunidad única para sumergirse en esta memoria visual, descubriendo no solo a los artistas retratados, sino también a través de ellos, la mirada y sensibilidad de uno de los grandes cronistas visuales del Uruguay.
(*) Las citas textuales mencionadas en este artículo fueron extraídas de declaraciones realizadas por Astiazarán y Barizzoni durante el acto de donación en la Biblioteca Nacional.
Museo Nacional de Artes Visuales | Julio Herrera y Reissig esq Tomás Giribaldi | Martes a Domingos, 13 a 20 horas | La muestra permanecerá abierta hasta el 13 de julio, 2025.
Galería de imágenes y texto: Mario Cattivelli | @illev_uy