Hablar de José Trujillo es hablar de un artista que encontró la poesía en lo cotidiano. Con pinceladas cargadas de luz y detalles que parecen respirar, este pintor uruguayo transformó escenas simples en universos llenos de significado. Desde paisajes y dunas hasta retratos y criaturas fantásticas, cada una de sus obras refleja su habilidad para capturar lo que las palabras no alcanzan a describir.
Profundamente introspectivo, usaba cada pincelada como una forma de interpretar la esencia del mundo. En sus autorretratos, exploraba su identidad, capturando no solo lo físico sino también lo emocional. Los retratos de otros no eran menos intensos, reflejando la conexión entre artista y modelo.
Sus paisajes y dunas, inspirados en Punta del Este, destacan por su experimentación con luz y color, donde lo abstracto se mezcla con lo tangible. Las criaturas zoomórficas, por su parte, representan una imaginación vibrante, jugando con la frontera entre fantasía y realismo.
En sus series de batallas y naturalezas muertas, Trujillo canalizaba una energía diferente: lo simbólico y lo clásico dialogaban con un estilo detallado, que hacía de las texturas y colores algo casi palpable.
Su técnica, minuciosa y personal, no solo representaba lo que veía, sino que lo transformaba en algo “más real que la realidad”. Para Trujillo, cada obra era un reflejo del “aquí y ahora”, profundamente anclada en su entorno inmediato, pero con una capacidad única de conectar con cualquier espectador.
Y esa es la propuesta que el MNAV nos hace con esta primera muestra individual del artista en el museo: invitarnos a conocer a Trujillo a través de las cincuenta y cinco obras, que abarcan el período desde 1986 a 2018. Piezas que son parte de un legado que no solo embellece, sino que nos obliga a mirar, cuestionar y maravillarnos.
José Trujillo (1960-2019) La realidad en cuestión | Hasta el 02 de Feb, 2025 |Museo Nacional de Artes Visuales, Sala 4
Imágenes y texto: Mario Cattivelli | @illev_uy