Por Carlos Dopico.
Pasaron ya varios años, desde que en 2017 Andrés y Lucía Torrón (padre e hija) debutaron musicalmente como dúo, un proyecto familiar nacido por casualidad y que bautizaron como Dos con aquel EP titulado Demasiado tarde. Lucía, que ya había escuchado parte del repertorio de su padre (músico, productor y periodista), comenzó a hurgar en el baúl de los recuerdos y poner voz a viejas canciones hasta entonces grabadas en casetes. Ambos consolidaron una búsqueda que abrevaba sonidos electrónicos y acústicos, con aires de bossa nova, milonga, pop, rock y hasta trip hop.
Este 2024, el dúo volvió a irrumpir en la escena musical con otro puñado de canciones intimistas, pero esta vez de composición conjunta. El título Música para fin de fiesta (LBF Records) plantea una búsqueda conceptual en torno al último tramo de la celebración, una visión algo más desencantada y sombría que lo anterior, pero que vuelve a plantear un juego de contrastes y bucear en nuevas aguas, como el candombe o la música industrial.