Por Carlos Dopico.
Alejandro Ferradás lleva casi cuatro décadas dentro de la escena musical uruguaya como músico, compositor y productor. Comenzó como bajista y compositor en Séptimo Velo. Luego desarrolló una prolífica carrera solista en la que ya lleva editados ocho álbumes. En medio de su recorrida artística fue parte de distintos proyectos como Los Kafkarudos o parte fundamental de la banda que acompañó en sus últimos años a Eduardo Darnauchans. Su larga experiencia artística hizo que muchos confiaran en su trabajo como productor artístico musical, desde el Darno a La Trampa, pasando por La Tabaré, Walter Bordoni, Diego Presa, Gastón Dino Ciarlo, y hasta Agadu para su ciclo Autores en vivo.
Los primeros días de noviembre de 2023, y a diez años de su anterior trabajo de estudio, Ferradás publicó Temple (Bizarro) –sucesor del registro en vivo Intemperie y su álbum homenaje Canciones aferradas–, un álbum mayormente roquero en el que alterna viejas canciones con creaciones musicales recientes, y temas de su autoría con composiciones a cuatro manos con Samantha Navarro (‘La primera vez’), Diego Presa (‘Temple’) y Jorge Nasser (‘Aún’). Trabajar en duplas es algo que ya había hecho anteriormente con Garo Arakelián o Fernando Santullo, por citar tan sólo un par de ejemplos. “Son como retazos de cosas… Hay algunas canciones impregnadas de todo eso que hemos vivido en la pandemia, hay cuestiones más personales, otras que refieren a tiempos anteriores”, explica Ferradás.
El álbum de diez canciones abre con ‘Ese valor’, casi un manifiesto musical de la adversidad, y canta: “El miedo es cosa de valientes que arremeten cuando hay tanto que perder”. Sigue con dos piezas compuestas en confinamiento: ‘A resguardo’ y ‘Punto ciego’, canciones siamesas, paridas casi en simultáneo, en las que se plantea un cuestionamiento de la hiperconectividad: “Cuestión de grado de cuánta dependencia y cuánta libertad”; o: “Dónde puedo ir, no hay lugar donde no me capte siempre tu radar”. “Hoy en día no hay manera de no estar rastreable, yo extraño perderme de verdad, y ser consciente de eso”, añora el músico.
Temple incluye‘Canción del escudero’, tema escrito antiguamente por Ferradás para su colega y amigo Eduardo Darnauchans. La excusa de su septuagésimo aniversario fue perfecta para incluirla en este álbum.