Creador de esculturas de gran tamaño, sus obras han sido pensadas para ser instaladas en el espacio urbano. Así podemos encontrarlas, en perfecta simbiosis con su entorno, en distintos puntos de la ciudad. A modo de ejemplo podemos citar a Ana Frank (en Parque de la Amistad), Einstein y Vaz Ferreira (en Plaza de los Treinta y Tres), DD.HH. Nunca Más (en Plaza de La Democracia), La Niña y la Paloma (en Parque Batlle) o el Monumento a la Madre (en Paysandú).
Quien visite el MNAV, apenas ingresar, será testigo de este primer gran encuentro entre las obras de Rubens Fernández y el jardín del Museo, que por diseño y paisajismo es una obra de arte en si mismo. Alli La aparente liviandad de las abstractas piezas de Fernández, verdadera explosión de color donde las líneas curvas predominan, se destacan sobre el paisaje pero lejos de opacarlo elevan la experiencia al recorrer sus senderos y rincones.
FORMA, CURVA, COLOR, una invitación a acercarse a la obra reciente del artista.
Hasta el 28 de abril, 2024 / Martes a Domingo, 13 a 20 horas.
Compartimos el registro fotógráfico – PH. Mario Cattivelli