Por Carlos Dopico.
Serial, de El Peyote Asesino.
Veintitrés años después de su última incursión discográfica, El Peyote Asesino publicó finalmente un nuevo álbum de estudio con diez canciones. El sucesor de Terraja lleva por nombre Serial, un título que juega tanto con la continuidad compositiva como con la reiteración criminal. El Peyote Asesino es ahora un asesino serial.
Lo nuevo, si bien es fresco y rutilante, lleva meses en el freezer. Serial estaba ya pronto a principios de 2021, pero luego de tantos años de hacerse esperar qué cambiaba un tiempo más. La pandemia no era el mejor contexto para el regreso, así que sus integrantes se armaron de paciencia y esperaron el momento preciso para volver a saltar a la escena.
Tras aquella implosiva disolución, no exenta de polémica, que terminó con El Peyote en 1999, ha pasado de todo. La banda reflotó la esencia e hizo las paces en 2009, pero no fue hasta 2016 que comenzó a traer ideas nuevas, además de reclutar un par de secuaces para reforzar la formación original: Bruno Tortorella y Matías Rada, en teclados/programación y guitarra, respectivamente. Desde entonces: Santullo, Casacuberta, Campodónico, Benia y Canedo se concentraron en encontrar el ADN de aquella “entidad” para la que antes componían con naturalidad. Les llevó su tiempo, pero el resultado valió la espera. El Peyote continúa pateando vitrinas, sacudiendo el avispero y desplegando una energía contagiable. Serial, su álbum más universal, aunque con textos más locales, condensa el mismo brebaje musical y más. En este disco hay riff de metal, estribillos pop, fraseos trap, estrofas funk, pero también aires tropicales, una chamarrita freestyle y refuerzos guturales del death metal que antes L-Mental improvisaba, pero ahora ejecuta con propiedad.
Si antes predominaba el habla popular mexicana ‒producto del exilio de sus integrantes‒ hoy abunda la referencia deportiva: “Tiro y anoto, tripleo reboto y la moto no quiere arrancar”, cantan, por ejemplo, en ‘Flor de gil’; “No te pongas lastimero y largá la alcancía. Tierra pa’l golero como el Pepe Sasía”, rezan en ‘Es lo que hay’, o “Juego bien, juego mal, piso el área, es penal. Es el cuervo que no cobra lo que me jode el final”, sentencian en ‘En la B’.
Por otra parte, si antes las canciones del Peyote las impregnaba una impronta pendenciera y desafiante (aún presente en temas como ‘Vos no me llamaste’), hoy sobrevuela un aire looser, un tufo perdedor perceptible en todo el disco, incluso aunque termines de campeón: “Soy la clase de tarado que ya va medio cagado por el cachetazo que le dio la vida”, cantan en ‘La tumba de los cra’; “¿Qué me mirás? Calzate y vestite que entrás. Hoy te toca jugar allá atrás”, insisten en ‘Tierra derretida’ o “Vendieron humo y vos fuiste a comprar. Te confundieron y ahí fue que empezó tu cuenta atrás”, advierten en ‘Perdiste’, el tema final.
Serial fue editado por Bizarro en todas las plataformas virtuales, pero tendrá también su edición vinilo de la mano de Little Butterfly Records.