Por Carlos Dopico.
Con poco más de una década de carrera y treinta años de vida, la rochense Florencia Núñez reúne en su tercera publicación tres elementos fundamentales: la música, el cine y el paisaje donde le tocó nacer.
Porque todas las quiero cantar (Bizarro, 2020) es el título del largometraje documental que produjo, guionó y dirigió, además de presentar con aplausos tanto en Rocha como en la Cinemateca, y para el que compuso y reversionó piezas icónicas del cancionero de aquel lugar: homenaje a la canción rochense. El trabajo de Florencia, fresco y luminoso, que se encuentra su lugar dentro de la canción urbana, recibió seis nominaciones a los premios Graffiti y obtuvo anticipadamente la distinción de Mejor álbum de música popular y Canción urbana.
Junto a ella, dos músicos fundamentales acompañan este trayecto: su coterráneo Nicolás Molina, con quien compuso seis pequeñas piezas musicales y produjo la sencillísima y precisa ‘Canción del camaronero’, de Humberto Ochoa y Nelson Pindingo Pereyra; y Guillermo Berta, baterista y productor de las otras cinco versiones que conforman la columna vertebral del largometraje y el alma de su tercer álbum discográfico: ‘En tu imagen’ de Lucio Muñiz, ‘Contigo y en el palmar’ de Gabriel Núñez Rótulo, ‘Poema a las tres’ de Enrique Silva y Julio Víctor González, ‘Mar atlántica’ de Enrique Cabrera y ‘Un lugar de medios locos’ de Julio Víctor González.
La película es una roadmovie que recorre la ciudad, la ruta entre palmares y los médanos de Rocha, mientras Núñez conversa con autores, intérpretes o actores de la escena rochense que fueron testigos o protagonistas de la construcción del cancionero popular. Es un trabajo audiovisual que aglutina melodías y paisajes, poesía y cultura y expone la efervescencia cansina del lugar y su gente.