Por Carlos Dopico.
Este año, la reapertura de espectáculos permitió a Deniz presentar en vivo Canciones de amor para el fin del mundo, el disco que el músico había elaborado antes de la pandemia y arreglado en vivo durante la serie de presentaciones en La Cretina. Allí estuvo diez domingos, siguiendo el mismo orden y respetando la orquestación, pero incorporando el estreno consecutivo de cada nueva canción.
El pasado setiembre, casi en simultáneo, cosechó los aplausos que llegaron gracias a otra banda sonora que Franny compuso y grabó para la flamante película La teoría de los vidrios rotos, segundo largometraje de Diego Fernández Pujol. En esta especie de comedia policial, Glass es parte de la banda que acompaña el canto de Silvestre de la Sierra, el personaje musical que interpreta Humberto de Vargas.
Pero volvamos a su nuevo trabajo solista, el cual encuentra al cantautor en otro lugar. Deniz plantea un pop de cámara con guitarra, bajo, batería, piano, en el que predominan arreglos de cuerdas y vientos, dejando su instrumento de lado y dedicándose solamente a cantar e interpretar. La búsqueda sonora en torno del amor nace de la experimentación en la escena y no en el estudio, tomando distancia del laboratorio y confiando en la energía del encuentro. Ambas publicaciones están disponibles en las distintas plataformas y editadas físicamente por Bizarro.