Feliz cumpleaños, Ignatius
El caso de John Kennedy Toole (Luisiana, 1937- Misisipi, 1969) es atípico dentro de la literatura. Es el autor de una obra maestra: La conjura de los necios. Solo este título le alcanzó para ser reconocido mundialmente. El detalle es que no vivió para ver, y disfrutar del éxito. Se suicidó en 1969, con 31 años, luego de pasar años buscando un editor para su manuscrito. Finalmente La conjura, gracias a la constancia de su madre Thelma –con la cual tenía una relación complicada–fue publicada en 1980 y un año después obtuvo el Premio Pulitzer de Ficción. Pero ¿Qué hace de La conjura de los necios una obra maestra? Su personaje principal: Ignatius J. Reilly. Un hombre inadaptado, incomprendido, que odia el mundo capitalista, desea vivir en un mundo medieval. Ignatius garabatea en decenas de cuadernos su visión del mundo con miras a escribir su obra maestra. La novela está plagada de divertidas anécdotas (las desavenencias con su madre harán reía al lector), pero a medida que avanzamos en su lectura nos encontramos con otro trasfondo, el feroz retrato del género humano, de sus miserias. Hay amargura, resignación, comprensión, piedad y mucho, mucho humor. La novelacumple 50 años y coincidiendo con el medio siglo de la creación de Anagrama, la editorial decidió reeditarlo con una nueva tapa, por fuera de las ya clásicas de color amarillo.
La conjura de los necios es una obra mayor, única, como su entrañable Ignatius J. Reilly, uno de los mejores personajes de la literatura universal. Leerla es un placer. Feliz cumpleaños, Ignatius.