“El primer clásico nacido en América”
Personificar este rótulo sería, sin duda alguna, una responsabilidad inabordable para muchos pero un calificativo codiciado por tantos otros. En cambio, al Inca Garcilaso de la Vega esto solo le costó una vida. El 28 de Setiembre, en ocasión de la 39ª Feria Internacional del Libro, Perú nos abrió las puertas de su literatura mediante la ponencia de las obras completas de una de sus figuras más emblemáticas.
“El primer clásico nacido en América”, expresaba el poeta y crítico literario Ricardo Gonzáles-Vigil a la hora de concretar sus ideas sobre dicho escritor. Esta frase alude a su capacidad discursiva pero también a elementos biográficos. Hijo de un conquistador español y de una princesa inca él no solo vive la hibridación sino que elige expresarla y difundirla a través de su narrativa. Tomando en cuenta su condición de mestizo, tanto Ricardo Gonzáles-Vigil, Alonso Ruíz Rosas como el uruguayo Ricardo Pallares acentúan la relevancia de ambas culturas; Gonzáles-Vigil expresa como “es necesario evitar lecturas unilaterales” a la hora de enfrentarnos al Inca Garcilaso. Es decir, no es posible comprender sus textos renegando su biografía sinestésica, sus raíces y vivencias heterogéneas.
Estas obras completas fueron editadas por el historiador peruano, recientemente fallecido, Carlos Araníbar.
La novedad de esta edición recae, como menciona el mediador Alonso Ruíz Rosas, en la “actualización del español de los textos sin agraviar el contenido original”.
Consecuentemente, evadir estas placenteras lecturas sería rechazar lo que él mismo llamaba “fruta nueva del Perú”.