III Festival de Cine a Pedal
Pasiones unidas
Por: Diego Faraone
Organizado por Cinemateca Uruguaya, el primer Festival de Cine a Pedal fue un éxito rotundo: la gran pantalla instalada al aire libre en el Parque Rodó, frente a la rueda gigante, se colmó de gente que esperaba su turno en filas para pedalear, aunque fuera por un rato, en las bicicletas fijas que daban la energía necesaria para las proyecciones. Asimismo, el año pasado, ante una convocatoria en Facebook para que se anotaran quienes quisieran participar, la lista de interesados fue tan extensa que superó la capacidad de administrarla. Este año otra vez se instala la plataforma de bicicletas de Efecto Cine, Efecto Pedal, a disposición de los espectadores que tengan interés en contribuir quemando calorías; ahora simplemente toca apersonarse y colocarse en las filas. El festival se originó hace dos años con la idea de darle un empuje a la bicicleta como medio de transporte sustentable en la ciudad, y como parte de un marco más amplio por el que Montevideo comenzaba a pre- disponerse y adaptarse a las dos ruedas. Hoy las transformaciones en el panorama urbano son visibles y ya hay una buena cantidad de usuarios que se suman: la incorporación de más y nuevas bicisendas en varios puntos de la ciudad y el sistema de préstamos de bicicletas distribuidas en la Ciudad Vieja son buenas señales de la voluntad de contemplar e integrar a este sector de la población.
Las películas a proyectarse giran en torno a la temática, ya sea porque las bicicletas tienen un papel fundamental en el argumento o sim- plemente porque los personajes las utilizan como medio de transporte. Pero en definitiva se trata de un eje temático que sirve como excusa para pasar cine del mejor. Este año los clásicos Nuestra hospitalidad, de Buster Keaton, El ciclista, de Mohsen Makhmalbaf, La gran aventura de Pee-Wee, de Tim Burton, e Il postino, de Michael Radford, van acompañadas de brillantes películas recientes, del calibre de Barbara, de Christian Petzold, El niño de la bicicleta, de los hermanos Dardenne, y La volubilidad de los afectos, de Felix van Groeningen, entre otras.
En el marco de las actividades, también hay bicicleteadas masivas, talleres prácticos de mantenimiento de bicicletas y teóricos sobre cómo moverse en ellas por la ciudad, títeres para niños, una instalación de Ciencia Viva en el Cine Pocitos respecto del cuidado de la eficiencia energética y una nueva edición del certamen Video Relámpago, por el que se invita a los concursantes a filmar un cortometraje de cinco minutos, en torno a la consigna “Mejor en bici”.
Lo celebrable no es sólo que se trata de una iniciativa novedosa, sino que el éxito de la convocatoria muestra que se trata de un colectivo necesitado y deseoso de converger en este tipo de actividades.