Un registro inaugural que quedó en el olvido.
Por Carlos Dopico.
Este 2022 se cumplen seis décadas exactas del debut discográfico de Bob Dylan, luego de abandonar su Minessota natal e instalarse finalmente a Nueva York. A sus 18 años, producido por John H. Hammond, y en apenas tres sesiones en aquel invierno del ’61, Dylan logró alcanzar su sueño de grabar. Sin embargo, a diferencia de The Beatles que consiguieron convencer a George Martin de registrar al menos la mitad del repertorio de sus propias canciones, Dylan apenas pudo colar dos temas de su autoría: “Talkin’ New York” y “Song to Woody” (dedicado a su gran referente W. Guthrie). Las otras once canciones, -tal como también hizo Elvis Presley casi una década antes- fueron versiones de clásicos folk, country y blues.
En esas sesiones de noviembre, Dylan llegó a grabar 17 canciones, aunque descartó cuatro, entre esas “Man on the Street”, un clásico de su autoría, que serían publicadas recién en 1991 en su “Bootleg Series”.
Faltaba poco, sin embargo para que el joven cantautor revolucionara la música popular, incluyendo a los cuatro de Liverpool, con su segundo álbum, “The Freewheelin” grabado un año después.