En el número 37 de la revista Dossier, Alexander Laluz nos presentaba su Selección de discos 2012, que empezaba con Un mundo sin Gloria de Garo, y continúa con estos discos:
Cabrera
Fernando Cabrera. Intro. Ayuí-Tacuabé, 2012.
Un libro de poemas más un devedé: Intro. Tal el título y las características de la valiosa edición 2012 de Fernando Cabrera, un creador mayor de la música uruguaya. Después de la salida de Canciones propias, en la que Cabrera exponía todo su potencial como intérprete de canciones de otros compositores, Intro descubre (o redescubre) su faceta poética con una amplia selección de textos que no llegaron a la canción y tenían un valor artístico autónomo. El devedé, por su parte, redondea la propuesta con un registro formidable de un concierto para muy pocas personas, realizado en un estudio de grabación en Buenos Aires, donde repasa, sólo con voz y guitarra, títulos como ‘El loco’, ‘Puerta de los dos’, la conmovedora ‘Te abracé en la noche’, ‘El tungele’ (de Eduardo Mateo, interpretada a dúo con Kevin Johansen), ‘La garra del corazón’, o un fragmento de ‘Muchacha ojos de papel’ (de Luis Alberto Spinetta).
Para ver, leer, escuchar, sin los apremios del reloj, los imperativos de las superproducciones.
Fernando Cabrera. Intro. Ayuí-Tacuabé, 2012.
Tunda
Con su reciente edición Paisano, Tunda Prada reconfirma su lugar en el linaje de ‘tuqueros’, que tiene como figuras fundacionales a Eduardo Mateo, Urbano Moraes, Ruben Rada, Jaime Roos, Jorge Galemire y varios más. Swing, técnica, ‘gozadera’, buenas ideas, recorren las pistas de este disco que contó con la producción de Sebastián Prada, hijo de Tunda, y la participación de unos pocos invitados especiales: Hugo Fattoruso, Liliana Herrero (que canta en una de las composiciones más bellas: ‘El sendero’), Rossana Taddei. La obra es un fluido mapa de referencias musicales que envuelven tanto la historia creativa de Tunda como la del escucha, que devienen tópicos de esa dinámica construcción de la identidad, que se rige, siempre, por esas intensas interacciones entre las herencias simbólicas personales, como prismas para interpretar el presente, y no por decretos institucionales, oficiales.
Tunda Prada. Paisano. Ayuí-Tacuabé, 2012.Magnone-Rosencof
Un disco ‘pequeño’, con historias ‘pequeñas’. Pies pequeños es el último trabajo de Estela Magnone (el primero tras el lanzamiento hace cuatro años de Bruma de abril), esta vez realizado en colaboración con el escritor Mauricio Rosencof en la composición, y Fabián Marquisio en los arreglos y la producción. Los textos de las canciones narran distintas experiencias vitales de la infancia de la hija de Rosencof, que Magnone arropa con texturas mínimas, entrañables, siempre muy musicales.

Galemire
El maestro Jorge Galemire recuperó un disco ‘perdido’ y lo convirtió en un regalo para oídos finos: Trigo y plata, que ya fue reseñado en estas páginas de Dossier. No hay mucho para agregar sobre este trabajo y la trayectoria de su autor, un histórico de la música popular uruguaya. Por la carga de musicalidad, virtuosismo (pero no el virtuosismo de las ráfagas de mil notas por segundo), ‘uruguayez’, el disco ‘‘no puede, no debe’’ faltar en una lista de discos dedicados.
Jorge Galemire. Trigo y plata.
Apple
La chica caos, Fiona Apple, sabe transformar la locura salvaje en materia prima de la creatividad inteligente. Lo hizo con aquel recordado primer disco, Tidal (2006), que lanzó cuando tenía 18 años, lo siguió haciendo con irregularidades varias en sus shows y siguientes discos, pero el año pasado dejó una marca definitiva del cóctel explosivo que arma con esos dos rasgos (locura, inteligencia): The Idler Wheel… Soberbio, difícil: un disco pop con sorpresas desparramadas en cada una de las canciones, desafiando a la percepción de los detalles que se urden en tramas bien intrincadas. Literalmente: no queda títere con cabeza –como reza el dicho popular–: ni su ex novio (el escritor Jonathan Ames), ni el pop industrial, ni las baladas cabezonas y dulzonas, ni el experimentalismo snobista.
Fiona Apple. The Idler Wheel Is Wiser Than the Driver of the Screw and Whipping Cords Will Serve You More Than Ropes Will Ever Do, Epic, 2012.El Jefe
En pleno derrumbe de las ‘bondades’ del llamado sueño americano, un artista, un jefe, compone la banda sonora de lo inevitable: la desesperanza. El artista, Bruce Springsteen. El disco, Wrecking ball. ‘‘Los maleantes vinieron en la oscuridad/ y trajeron la muerte a mi ciudad’’: los versos dan la pauta del entorno oscuro en el que está sumergido Springsteen. Por eso pega duro, va contra todo: el Congreso, los agentes de la ‘oscuridad’ del mercado, que son los responsables de convertir a su país en tierra arrasada. Un disco impostergable: el jefe prende la mecha con una andanada de canciones notables, con cargas expresivas que explotan en su áspera voz y en unos arreglos instrumentales atrapantes.
Bruce Springsteen. Wrecking ball. Columbia, 2012.