Por Gabriela Gómez.
Con apenas veintitrés años, Tamara Silva Bernaschina (Minas, 2000) ha presentado su primer libro de cuentos, Desastres naturales. Y tan grande ha sido la sorpresa por la originalidad de su literatura que ha sido premiada doblemente: ganadora en la edición 2023 de los Premios Bartolomé Hidalgo en la categoría Narrativa y elegida Revelación del año.
Desde el primero de los trece cuentos que integran el libro, lo mejor que puede hacer el lector es entregarse a los paisajes y situaciones y naufragar en tan particulares atmósferas que se debaten entre el asombro y lo inesperado; y la ternura, en casi todos ellos. El primero de los cuentos, ‘Gaucho de la fuerza’ nos sumerge en un mundo donde lo caótico es lo natural, donde se torna corriente el hecho de que un hombre enorme y forzudo, viva pensando en suicidarse, que lo ha intentado varias veces y todo esto intercalado con pasajes donde este mismo personaje pasa a ser el payaso del pueblo cantando y bailando hasta la madrugada. La técnica de Tamara Silva es sorprendente, por el misterio y la intriga que genera. Sabe superponer situaciones muy trágicas (hace acordar a veces a Horacio Quiroga) y de pronto endulzarlas para llevarnos de la nariz y volvernos encontrar con la soterrada y malvada venganza de un inocente niño.
Pero en sus cuentos no hay inocentes ni malvados totales. Todos se van posicionando, de acuerdo con las circunstancias, a las locuras que de tanto ser repetidas son tomadas por normales. El paisaje que elige Silva parece que fuera en su mayoría siempre el mismo: podríamos pensar en un pueblo perdido del interior, concentrado en las creencias y costumbres, y donde la imaginación, la ilusión y el aspaviento van produciendo situaciones encadenadas que recoge la autora con gran sabiduría.
‘Todo se revienta adentro de una mano’, tiene de nuevo como protagonista a un hombre y es tan grande la forma cómo es descrito en sus padecimientos y desgracias que seguimos el cuento, casi con miedo de saber si lo que se está contando es verdad, imaginación, locura o magia. Las imágenes que logra Silva son tan precisas y detalladas que podemos mirar el paisaje y las escenas de pueblo, con sorpresa hasta que se pone a desgranar cada momento u objeto, miradas que nos dicen cosas, detalles que aparecerán develando algo, más adelante.
También se destaca el cuento ‘Papo’, que nos pone la piel de gallina. Desde el primer momento la tensión va creciendo para rematar de forma contundente.
Qué más decir de este primer libro de una autora tan joven: léanlo, regálenlo, es un placer navegar por estas historias y además tener que enlentecer la lectura envueltos en sus hipnóticas palabras porque no queremos que se termine. Ese es un buen síntoma.
Desastres naturales. Tamara Silva Bernaschoni. Estuario Editora. 2023. 120 págs.