Ir a la galería Diana Saravia estos días es como entrar al taller de Piki Flores. No solo porque hay grabados y esculturas por todos lados, sino porque se siente esa atmósfera de trabajo compartido, de ideas que van y vienen. Huellas gráficas, un viaje compartido no es solo el nombre de la muestra: es una declaración de cómo entiende Piki el arte. No como algo individual, sino como un camino que se transita con otros.









Piki es grabador, escultor y docente. Y todo eso se nota en lo que hace. Sus obras tienen algo muy concreto, muy de manos que trabajan: papel, madera, tinta, matriz. Pero también hay algo más, una memoria, una calma, una forma de estar presente en cada etapa del proceso. No hay apuro ni pretensión. Lo suyo no es el impacto rápido, es la construcción paciente.
Una de las cosas más lindas de esta exposición es que no está solo. Sus alumnos también exponen. Y no es una sección aparte: sus obras conviven con las de él como lo hacen en el taller, donde no hay jerarquías marcadas. Se siente ese ida y vuelta que forma parte de su manera de enseñar. No desde el discurso, sino desde el hacer compartido. Piki no “da clases”, acompaña procesos.












Sus grabados son precisos, pero no fríos. Tienen una carga emocional sutil, casi escondida. Algunas piezas son más figurativas, otras más abstractas, pero todas dicen algo. Sus esculturas, por otro lado, aparecen como pequeñas pausas. Te obligan a bajar el ritmo, a mirar desde otro ángulo. Y eso también es parte de su forma de ver el arte: dejar espacio para que el otro complete.
Hay algo que se agradece mucho: la honestidad. Acá no hay poses ni frases rebuscadas. Hay trabajo, tiempo, oficio. Las obras hablan por sí solas, pero también hablan entre ellas. Y eso se nota. La muestra es una especie de mapa de afectos y materiales, donde se cruzan el grabado, la enseñanza y la experiencia compartida.













Huellas gráficas se puede visitar durante todo mayo, y vale la pena. No solo por las obras, sino porque te vas con la sensación de haber pasado por un lugar donde se trabaja con ganas, sin apuro, y en compañía.
Hasta el 31 de mayo | Galería Diana Saravia – Carlos Quijano 1288 bis | Lunes a viernes – 10 a 18, sábados 10 a 14
Piki Flores | ig/ edgardopikiflores | Diana Saravia Gallery | ig/ dianasaravia_arte
Imágenes y texto: Mario Cattivelli