
El pasado 31 de marzo, la Embajada del Japón en Uruguay abrió las puertas de la residencia del embajador para celebrar su Fiesta Nacional, con motivo del natalicio de Su Majestad el Emperador Naruhito. La cita reunió a unas 300 personas en un ambiente festivo, respetuoso y profundamente humano.















Entre los invitados se encontraban autoridades del actual gobierno, representantes de distintos partidos políticos, embajadores de otros países, empresarios, académicos, amigos de la casa y miembros de la comunidad nikkei. Todos fueron recibidos por el embajador Hideki Okada, quien dio inicio al encuentro con un discurso breve pero cargado de significado

Okada saludó la reciente asunción del presidente Yamandú Orsi y celebró los 40 años ininterrumpidos de democracia en Uruguay, destacando además la visita de la enviada especial japonesa Midori Matsushima, presidenta del Grupo Parlamentario de Amistad Japón–Uruguay, como un paso más en la construcción de un vínculo cada vez más cercano entre ambos países.
Uno de los momentos más simbólicos de la noche fue la ceremonia del kagami-wari: la tradicional apertura de un barril de sake con martillos de madera, que dio paso a un brindis compartido por la prosperidad y la amistad. El gesto marcó el tono del evento: sencillo, respetuoso, festivo y lleno de intención.





La cultura japonesa también se hizo sentir en el cuerpo y en el sonido. Una exhibición de Aikido, a cargo de voluntarios de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón y de la Federación Uruguaya de Aikido, ofreció una muestra de armonía, técnica y disciplina. Más tarde, el grupo Montevideo Taiko llenó la residencia de energía con el ritmo profundo de los tambores japoneses.







La propuesta gastronómica fue un verdadero puente entre culturas. El chef de la residencia, Okamoto Satoru, ofreció una selección de platos típicos como sushi, takoyaki, pollo frito y rollos de huevo, acompañados de una barra de whiskies japoneses que varios aprovecharon para descubrir. Y como gesto de integración, también el asado, emblema de la mesa uruguay, dijo presente sumando calor y aroma a una noche pensada para compartir.
Varias empresas japonesas con presencia en Uruguay aprovecharon la ocasión para mostrar su trabajo. Marcas como Mazda, Nissan, Mitsubishi, Honda, Toyota, Suzuki y Subaru expusieron sus vehículos; también se presentaron productos como arroz japonés, vino uruguayo y propuestas logísticas innovadoras de mano de ONE, Ocean Network Express.
La celebración fue, además, una oportunidad para difundir la Expo Osaka-Kansai 2025, una exposición internacional, en la que Uruguay está presente, que promete ser un nuevo hito en el intercambio cultural, científico y económico a nivel global.























Más allá del protocolo, lo que se vivió en la residencia fue una noche de encuentros sinceros, de gestos que dicen más que las palabras, y de un mensaje claro: la amistad entre Uruguay y Japón no es solo diplomática, sino profundamente humana.
Imágenes y texto: Mario Cattivelli