A partir de las doce de la noche de hoy, y por tres madrugadas consecutivas, Montevideo tendrá la suerte de ser huésped de un fenómeno radial/teatral extraordinario.
En efecto, Alejandro Dolina viene a realizar su programa “La venganza será terrible” que se emite por AM 810 en Uruguay, y lo hace como siempre desde hace tres décadas, en vivo y con entrada libre.Por supuesto que en una época en la que las “radioplateas” están casi abandonadas, la incidencia de este fenómeno artístico que integra cultura, humor y canto es inexplicable para los que no lo conocen, e imprescindible para los iniciados.
Desde la madrugada y bajo lluvia, una cola de personas espera ante la puerta de la radio para obtener entradas para la noche, y en años anteriores, la gente llegaba a pernoctar en fila esperando recibir su pase al Parnaso.
Tal como están las cosas, la sala Campodónico del teatro El Galpón seguramente estará abarrotada durante estos días, y el público podrá presenciar con una calidad de sonido que es inalcanzable para una radio de amplitud modulada, y con una imagen imposible para radio alguna, las improvisaciones humorísticas de Alejandro Dolina, Patricio Barton, y Gillespi o Jorge Dorio.
Igualmente, podrá presenciarse la charla de temática heteróclita que Dolina hace en cada programa, y como gran final, Manuel Moreira, Ale Dolina y Martín Dolina, “El trío sin nombre” se sumarán, si es que hay suerte, para un tramo liderado por “el sordo” Arnaldo Gancé, pianista y cantante (personaje interpretado por Dolina en realidad) en el que e interpretarán canciones pedidas por el público, dentro de un repertorio amplísimo que va del tango a Silvio Rodríguez.
Dolina es – en el mejor y más noble de los sentidos – un artista de culto, y de hecho lo fue desde siempre, ya que hace más de cuarenta años en revistas de resistencia como “Satiricón” y “Humo®” sus columnas ya concitaban una legión fidelizada.
¿Mi consejo? Tratar de hacerse a como dé lugar de un par de las preciadas entradas y ser parte de un espectáculo que, no por ser gratis, no tiene precio.