La cultura en tus manos

Fernando “Lobo” Núñez es Ciudadano Ilustre de Montevideo

13 junio, 2025

Un homenaje, una placa y un aplauso de pie que devino en clave de candombe fueron los honores para un portador de la tradición.  

PH. Carlos Dopico

Luego de haber sido distinguido en 2024 con la medalla Delmira Agustini —máxima galardón del MEC a figuras de la cultura—, este jueves 12 de junio Fernando “Lobo” Núñez recibió la Ciudadanía Ilustre de Montevideo.  En un acto al que asistieron figuras de la música, representantes del movimiento afro y el  candombe, su familia y múltiples vecinos del barrio Sur, las autoridades departamentales interinas (el intendente Mauricio Zunino y la directora de cultura Débora Quiring) le rindieron homenaje. 

Su nombre está asociado no solo a la música sino también a la luthería, una combinación de profesión y oficio que Fernando Núñez Ocampo definió como un privilegio y una responsabilidad. “Esto no fue siempre así. Al principio nos prohibieron, luego nos dieron tan solo un día para manifestarnos en el Cubo del Sur. Pero hoy es el mundo el cubo donde suena el candombe”. 

Poco más tarde, citó la máxima de Artigas: “Sean los orientales tan ilustrados como valientes” para confesar: “Yo empecé por ser valiente porque vivir de la cultura en Sudamérica implica mucha valentía”

“El Lobo” es madera y lonja, carne y hueso, cuerpo y alma del candombe; portador a todo nivel de la tradición afrodescendiente. Llevó el género a más de 20 países del mundo, no solo con la prédica de la georeferencia y génesis de este ritmo autóctono, sino con el instrumento mismo, hecho por sus propias manos, y portando el pulso de la raíz. 

Hugo Fattoruso escribió desde Japón, para definirlo: “Es un baluarte nacional, un artesano y constructor, sabio en múltiples direcciones; un verdadero representante de la raza y el candombe”. Rubén Rada, con quien toca hace décadas, voló desde EEUU para la ocasión: “El ‘Lobo’ es mi amigo”, dijo a Dossier, por esto estoy acá. Todo lo otro, de que construye tambores o que toca es para el público, yo soy su amigo. Hace más de 50 años que conozco al ‘Lobo’. Él es más chico que yo, lo conocí cuando apenas era un pibe. El que lo sacaba a pasear era mi hermano Martín. Iba le pedía al padre del ‘Lobo’ que le dejara dar una vuelta por ahí, y el padre le decía: ‘¡Cuidame el nene, por favor!’. Con Martín se iban a tocar a Punta del Este, no samba sino samdombe. Se divertían como locos”. Notoriamente emocionado agregó: “Mi hermano sí que vivió la diaria con él, la de comer o no comer, jugar o no jugar. Es mi hermano quien debía de estar acá para darle un abrazo al Lobo”. 

Fernando cumplió 69 el pasado febrero, pero también medio siglo desde que confecciona tambores y cuatro décadas desde que fundó su propio taller “El Power”, sello de calidad y tradición. Allí vive y trabaja desde siempre, sobre la calle Carlos Gardel 1017, frente al viejo tanque del gas, donde sus abuelos llegaron poco después de 1830, donde nació su madre, él y hasta sus nietos, donde hace casi una década recibió al propio Mick Jagger de los Stones y le convidó con agua de su propia canilla. 

“El lobo” fue parte de comparsas emblemáticas de las voces de Ansina y Cuareim como Esclavos de Nyanza y Morenada; referente de la Calenda, y quien ha llevado su cuerda a grabar en emblemáticos álbumes o conciertos con: Opa, los Fattoruso, Rubén Rada, Jaime Roos, Mariana Ingold, Eduardo Mateo, Ketama, Fito Páez, o Jorge Drexler. 

“El candombe es algo común, uno solo no puede”, advirtió Fernando Núñez al recibir la distinción. “El enemigo de la violencia y la ignorancia es la cultura”, sentenció con firmeza en su breve discurso y agregó: “Gracias a mi madre, mi padre, tíos, abuelos, primos, hijos, nietos. Gracias al barrio, a la escuela Chile y especialmente a la maestra Liz de 3ero por darme la oportunidad de dar la cara y enseñarme a hacerme cargo de las distintas situaciones. El candombe es mi vida, es un ejemplo de convivencia”.

Sobre el final de su intervención un aplauso de pie devino en clave de candombe, un homenaje espontáneo ante la curiosa ausencia del sonido de un tambor. 

“Tengo mucha alegría. Y además, más vale que te reconozcan mientras estás y no después”, respondió en una improvisada rueda de prensa, ante la pregunta ¿Qué significa esto para vos? Luego advirtió con perspectiva histórica: “La ciudadanía ilustre es un reconocimiento importante, pero para esto hay que estar todo el tiempo. Las distintas situaciones que atravesó mi generación nos hicieron ver el peligro y la responsabilidad, desde la migración en la crisis hasta el desarraigo violento al que fuimos sometidos. Los pocos que quedamos tuvimos que hacer frente para mantener la cultura, a tocar”. 

Antes del final pregunté a Fernando ¿cómo festejaba esta distinción?, y el Lobo respondió: “Como un día cualquiera, trabajando en el taller; hay que pagar las cuentas y sostener la llama”. 

Sus amigos y vecinos, “hermanos del barrio” según se autodefinieron,  advirtieron que de alguna forma iban a celebrar. Manuel “Cebolla” Silva —hijo del propio Juan Ángel Silva, fundador de Morenada— dijo: “El Lobo hace rato merecía esto”, mientras que Filosi, otro viejo secuaz, subrayó “Es un tesoro que hacía rato debía ser destapado del baúl. Vamos a festejar, esperemos que no nos convide con agua, como al gringo”.

Texto: Carlos Dopico | Imágenes: Mario Cattivelli

Revista Dossier - La Cultura en tus manos
Dirección Comercial: Bulevar Artigas 1443 (Torre de los Caudillos), apto 210
Tel.: 2403 2020
Mail: suscripciones@revistadossier.com.uy

Desarrollo Web: icodemon.com.uy
linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram