
Con curaduría de Diana Saravia, la muestra se enmarca en lo que fue la primera edición de Ceramicart.UY y puede visitarse en T3 del WTC Montevideo hasta el 26 de mayo. No es casual el lugar: entre vidrios y oficinas, esta instalación de piezas orgánicas y frágiles abre un paréntesis, un espacio de pausa para conectar con lo esencial.
Entrar a la muestra Territorio en común es como asomarse a un mundo íntimo hecho de barro, cuerpo y memoria. Una exposición que no se impone, sino que se deja habitar. Cinco mujeres artistas, Silvina Cortés, Irene Hounie, Mercedes González, Eugenia Larruina y Adela Casacuberta, trabajan con la cerámica no como técnica decorativa, sino como lenguaje vivo, a veces visceral, otras veces tierno, siempre profundamente humano.
Cada obra plantea una relación distinta con el cuerpo, lo simbólico o lo emocional. Hay una pregunta constante, pero no se busca una respuesta única. Como bien señala la curadora, “lo común no es lo uniforme: es lo que nos atraviesa y nos vincula, aún desde la diferencia”. Y esa frase atraviesa toda la muestra.
Silvina Cortés ( corteslasalle ), con su serie Materia ajena, nos confronta con el deseo, la repulsión y la corporalidad desde una cerámica casi carnal. Lo erótico y lo incómodo se funden en piezas que parecen respirar.



Irene Hounie ( charco_barro_estudio ) propone un universo más colorido pero igualmente profundo. El doodem que creé parte de símbolos ancestrales de pertenencia para construir un paisaje de piezas brillantes, animales protectores y memorias afectivas.
Con Mercedes González ( tallermercedesgonzalez ), la cerámica se convierte en testigo de una historia real: la de Corina, una mujer que vivió entre muñecas de porcelana y fragmentos de memoria marcados por el Alzheimer. Las obras reconstruyen lo que ella ya no pudo terminar, en un gesto tan sensible como poderoso.



Eugenia Larruina ( meula_taller_ceramica ), por su parte, nos hace caminar entre sillas de cerámica. Su instalación Ley de la Silla es una reflexión muda sobre la esclavitud laboral moderna y la promesa incumplida del descanso. Sillas que no pueden usarse, que no ofrecen refugio, pero que hablan desde su fragilidad.


Y finalmente, Adela Casacuberta ( adelacasacuberta ) despliega Hongos rosados como quien siembra afecto en el concreto. Piezas pequeñas, orgánicas, cargadas de ternura y potencia. Un paisaje mínimo que aunque no florece en tierra, igual crea raíces.


Territorio en común no es solo una muestra de cerámica. Es una invitación a mirar con otros ojos, a sentir con otros tiempos, a reconocer lo colectivo en lo más íntimo. Quienes se acerquen al WTC hasta el 26 de mayo encontrarán no solo obras, sino resonancias.
WTC Montevideo – Luis Alberto de Herrera y 26 de Marzo
Diana Saravia Art Gallery IG/ dianasaravia_arte | CeramicArt.UY IG/ ceramicart.uy
Imágenes CeramicArt.Uy – Textos Mario Cattivelli